jueves, 13 de junio de 2019

Caso clínico: Rigidez de nuca...


Hace algún tiempo llegó a mi consulta una chica de veintidós años, madre de una criatura de tres meses a la que recientemente había tratado. Lo hacía después de haber pasado por su médico de cabecera en la Seguridad Social, y después de tres semanas largas en que los resultados del tratamiento convencional no había sido efectivo.

Su queja: «Tengo una rigidez en la nuca que no me deja girar la cabeza..., es como una fuerte tensión que a la vez también me produce debilidad en los músculos entre los hombros y la nuca... La rigidez me causa una sensación de tracción muscular, que incluso me llega a la cara...».

Le pregunto si puede girar la cabeza: «Me resulta muy difícil, incluso agacharme o levantar los brazos, este peor —se toca el izquierdo».

Después de escuchar este relato me hago el planteamiento de cuantos remedios se me vendrían a la mente, tan solo con estos datos... Pero soy homeópata y, por tanto, no me puedo conformar con un correlato tan simple... Soy consciente de la necesidad de un interrogatorio mucho más exquisito y cuidadoso..., he de recoger los síntomas más característicos, pues si bien, los síntomas anteriores representan la dolencia principal, no son la base suficiente para una verdadera prescripción... Mi único interés reside en curar a mi paciente.

Indagando me encuentro con que además tiene una leucorrea, otro síntoma que por si solo carece de valor diferencial... Sin embargo, al indagar, me dice que se presenta solamente cuando está sentada y que se libera por completo del trastorno cuando se levanta y se pone en pié. ¡Guauuu! Este si que es un síntoma peculiar y característico...: Leucorrea solo cuando la paciente está sentada.

Ahora me aíslo..., antes quiero decir que he efectuado un interrogatorio completo, buscando otros síntomas importantes, tanto mentales como generales... Pero mi cabeza volvía una y otra vez a dicho síntoma... Es curioso solo lo cubre un remedio de la Materia Médica conocida: Fagopyrum.

Con ello considero los síntomas del remedio, versus la paciente (entre otros síntomas recogidos y no mencionados con anterioridad):
  • Tensión muscular y a la tracción (especialmente en hombros y nuca).
  • Picazón marcada que siente en diferentes partes del cuerpo, ojos, ano y piernas.
  • Pulsaciones visibles de las carótidas.
  • Nariz enrojecida (coanas).
  • Eruptos agrios.
  • Prurito vulvar con leucorrea amarilla, < por el descanso.

Le prescribí una sola dosis de Fagopyrum 12 LM.

Cierto día me la encontré por la calle, paseaba a su hija, me dijo: «Tardaron una semana en conseguirlo en la farmacia... Ya pensaba que me moría... cuando me llamaron de la botica acudí a ella como alma que lleva el diablo..., ya llevaba mas de un mes fatal, me subía por las paredes..., me lo tomé allí mismo... Yo creo que estaba mucho peor en ese momento... ¿Quiere creer que a la media hora de haberlo tomado ya me encontraba mejor...? Esa noche dormí como un tronco, por la mañana estaba totalmente sana».

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