- DOCTRINA
A.- INTRODUCCIÓN
¿Porqué esta revisión de la doctrina, de la técnica y de la Materia Médica?
Por que he nacido en la Homeopatía. Mi padre era médico homeópata kentiano. Yo fui atrapado por los hechos de la experiencia, que fueron muy chocantes.
1.- En primer lugar, la irregularidad evidente de las estadísticas.
Todas las diversas escuelas homeopáticas en su concepción doctrinal o bien en su práctica, su técnica, cuentan sucesos extraordinarios, pero de aparición caprichosa. Esta aparición caprichosa del verdadero suceso homeopático está presente, con la excepción de una diferencia numérica, en todas las escuelas: complejistas, pluralistas, unicistas. Todas las escuelas obtienen resultados que responden a un verdadero desideratum terapéutico, a saber, la curación de las enfermedades en su entidad nosológica con un cambio espectacular en la actitud de la vida del enfermo. Pero este suceso, estos desideratums terapéuticos, son irregulares. EN TODAS LAS ESCUELAS, CON TODAS LAS TÉCNICAS. Nosotros conseguimos la obtención de curaciones de entidades clínicas pero sin un cambio espectacular, esta verdad puede no gustar a algunos. Pienso que el fin de la Homeopatía es la obtención de resultados en TODOS LOS CASOS. Los casos espectaculares hacen pensar que no es una exageración de Hahnemann haber dicho que “solo con el tratamiento homeopático es posible asistir a un nuevo nacimiento del enfermo”. Por supuesto que con un grupo importante de enfermos tenemos inexplicables fracasos clínicos. Esta es la primera cuestión por la cual pienso que está justificada una revisión del porque de esta situación práctica.
2.- Y la segunda cuestión reside en el caos conceptual en la Homeopatía: complejismo, pluralismo razonado, unicismo y dentro del mismo unicismo, las más diversas concepciones y las más diversas explicaciones de lo que importante curar en las enfermedades. Una dispersión teórica absoluta en la concepción de los miasmas, los grandes problemas conceptuales.
Todas las escuelas dicen: “Pienso en tal o tal modo por que Hahnemann ha dicho...” Es verdad que Hahnemann dijo muchas cosas. Sin embargo también podemos decir que en su obra hay algunas contradicciones. No solamente las contradicciones de Hahnemann por sí mismo, si no también por sus grandes continuadores (Kent, Allen, etc.) Encontramos también en la obra hahnemaniana afirmaciones casi misteriosas. Hahnemann habla del “espíritu doctrinal” como una cosa críptica, esotérica en oposición aparentemente a la letra de su obra.