martes, 19 de julio de 2011

Medicina complementaria: experiencias vitales

Diario Médico
Alicia Serrano/Redacción
19/07/2011 00:00

A muchos facultativos del Sistema Nacional de Salud (SNS) las terapias alternativas les producen desconfianza y estupor. Pero por mucho que las critiquen o ninguneen, cada vez son más utilizadas en los países desarrollados y en manos de algunos especialistas han mostrado ciertos efectos. En España un puñado de médicos lleva años combinando la medicina convencional con la alternativa para tratar a sus pacientes. La mayoría decidió ir más allá de la medicina que se aprende en el grado tras comprobar en sus propias carnes que algo funcionaba.
Diego Jacques se especializó en Ginecología y Obstetricia a principios de los ochenta. Durante los primeros años ejerció la especialidad con la intensidad de los que defienden y disfrutan de aquello que les apasiona; incluso comenzó a dar clases en la facultad para enseñar a los más jóvenes las bonanzas de la medicina convencional. Ahora también es homeópata y está convencido de que sólo hay una medicina, que es la que respeta la fisiología del ser humano. "La medicina convencional y la alternativa tendrían que unirse y no combatirse", asegura este belga nacionalizado español.Accedió al mundo de la homeopatía por la puerta grande y casi sin pensárselo. Una hepatitis B muy agresiva con fibrosis le llevó a probar ciertos tratamientos que estaban a años luz de los empleados en los circuitos de la medicina tradicional: "Los corticoides no me hacían nada y en el hospital ya no me podían ayudar. Una homeópata francesa me trató con medicamentos homeopáticos... ¡Me curé: desapareció la fibrosis y los antígenos de la enfermedad! A partir de entonces quise aprender homeopatía y la utilicé en la práctica clínica como médico de Familia y ginecólogo", explica.
Como le sucedió a este ginecólogo, la mayoría de los especialistas españoles que compaginan la medicina tradicional con la homeopatía o la acupuntura lo hicieron después de comprobar su efectividad en sus propias carnes o en las de alguien muy cercano. Es el caso de la pediatra y homeópata Mª Ángeles Mochales, que está convencida de que se trata de un método eficaz, que bien manejado carece de efectos secundarios y que cubre lagunas terapéuticas de la medicina convencional. "En una ocasión conocí a un niño con un queloide enorme en la rodilla al que trataron con homeopatía. Al mes casi no quedaba rastro del queloide y en su lugar había una pequeña línea... Me impresionó tanto el efecto que me lancé a estudiar homeopatía y medicina biorreguladora", explica Mochales. Desde entonces, esta pediatra -que ejerce en un centro de salud de Madrid- lleva diez años tratando a sus pacientes del SNS y a los de su consulta privada con medicina convencional y homeopatía. "Ambas deben ir de la mano y ser complementarias. Para entender la homeopatía hay que contemplar la medicina y el cuerpo humano desde un punto de vista diferente del que nos han enseñado en el grado", afirma Mochales.
A pesar de que la posición dominante en la literatura científica es que la homeopatía no ha sido capaz de demostrar por medios objetivos una efectividad específica, en España crece el interés por ella. Según datos de la Sociedad Española de Terapias Emergentes, hay unos 10.000 médicos que la prescriben y mil médicos homeópatas.
Amor-odio
El pediatra Ramón Aúz fue uno de los pioneros en España. "Cuando me dicen que hago medicina alternativa siempre respondo lo mismo: hago homeopatía desde hace 23 años; lo otro es lo alternativo". Su interés por la homeopatía estuvo marcado por una experiencia vital: "Comprobé la eficacia de un medicamento homeopático. Quise saber algo más, pero la explicación me pareció poco científica y empecé a leer libros sobre el tema... Quería conocer cómo funcionaba, a pesar de que lo cuestionaba todo. Así, con esa dualidad amor-odio, estuve dos años. Ahora he dejado de usar la medicina tradicional con mi familia, y en mi consulta del SNS doy ambas opciones. Los más descreídos opinan sobre el desconocimiento", dice Aúz, que trabaja en un centro de salud de Usera (Madrid). "Hay colegas que me envían casos que no saben por dónde meterles mano", asegura.
La magia de la acupuntura
Para Yatwah Pun, jefe del Servicio de Cirugía Torácica del Hospital La Princesa, de Madrid, la acupuntura no es una terapia alternativa. "Se trata de un tratamiento que debe integrarse y formar parte de la medicina universal". Pun proviene de una larga y numerosa estirpe de médicos que se dedican tanto a la medicina occidental como a la tradicional china, y lo hacen en la práctica clínica y en la académica. "De ellos he aprendido mucho... La cirugía es el modo más refinado de practicar la medicina. Es resolutiva para bastantes problemas de salud, muchas veces con inmediatez, bajo unas manos bien entrenadas. La acupuntura tiene algo de esta magia: sin apenas efectos adversos, está reconocida por el National Institute of Health de Estados Unidos, y no interfiere con otros tratamientos o fármacos", dice Pun, que lleva más de tres décadas dedicado a ella.
También hay especialistas que han encontrado en otras terapias más discutidas una forma de vida. Es el caso de Paloma Luquero con el reiki, una técnica para reestructurar el campo energético cuando no está en sintonía. Luquero es médico de Familia y endocrino, y se introdujo en el reiki después de estar convaleciente en cama por una fractura vertebral. "No cura, pero restablece la energía de los seres vivos y eso potencia su capacidad de sanación. En mi consulta del SNS hago reiki a pacientes que están bastante enfermos, con trastornos bipolares o de ansiedad... Muchos de mis compañeros, sorprendidos con algunos resultados, empezaron a hacer reiki". En estos momentos, Luquero da clases a profesionales del Ramón y Cajal, de Madrid, que emplean la terapia para ayudar a enfermos de cáncer.
De todos modos, la posición mayoritaria de la comunidad científica es que el único efecto del reiki sobre la salud es el atribuible al placebo, la evolución natural de la enfermedad y a la relajación. El consenso es que es una seudomedicina sin ninguna base real.

Cuando lo convencional no funciona...

Aunque rodeadas de frecuentes polémicas científicas, en Francia, Holanda, Bélgica, Alemania, el Reino Unido y Estados Unidos, la acupuntura y algunas otras terapéuticas están bien integradas en sus sistemas de salud. En algunos de estos países los pacientes pueden pedir el reembolso al sistema de salud público de parte o del total de los gastos derivados del tratamiento de acupuntura y homeopatía. "La llamada medicina alternativa o complementaria la utlizan en países industrializados pacientes con enfermedades crónicas y debilitantes, a quienes la medicina ortodoxa ofrece ya pocos remedios para curarles", explica Yatwah Pun, jefe de Servicio de Cirugía Torácica del Hospital La Princesa, de Madrid, y médico acupuntor. Lo cierto es que algunas terapias alternativas siguen siendo un recurso muy utilizado. Según la Organización Mundial de la Salud, más del 50 por ciento de la población en Europa, Estados Unidos y los países industrializados ha acudido por lo menos una vez a la medicina complementaria. En Canadá la utiliza el 70 por ciento de los ciudadanos y en Alemania, casi el 90 por ciento.


miércoles, 13 de julio de 2011

La disfunción eréctil

Disfunción eréctil

La disfunción eréctil (ED) es una afección bastante común que afecta a los hombres en todo el mundo. Aunque el término disfunción eréctil cubre una amplia gama de trastornos, comúnmente se refiere a tener problemas para conseguir o mantener una erección.
ED no es infrecuente y su incidencia aumenta con la edad progresiva. Antes se llamaba impotencia y su incidencia aumenta en edades superiores a los 65 años.
La persistencia de la disfunción eréctil tiene un impacto significativo sobre el hombre, la imagen de sí mismo, así como en su pareja y por tanto en la vida sexual. De hecho, para muchos hombres y sus parejas esto puede ser un problema frustrante ya que el pene no es capaz de ponerse en las relaciones lo suficientemente rígido y llevar a cabo la penetración puede parecer imposible.

Muy a menudo los síntomas de la disfunción eréctil son los siguientes:
Incapacidad de lograr o mantener una erección para completar el acto sexual.
La eyaculación precoz.
Incapacidad total para lograr una erección.
Aunque en ocasiones se considera un tabú, más hombres están buscando información sobre la disfunción eréctil, así como voluntarios para compartir información valiosa al respecto. El estado de las estimaciones actuales de que la disfunción eréctil crónica afecta aproximadamente al 5% de los hombres entre los 40 y 65 años y al 25% de los hombres a la edad de 65 años. ED transitoria y la erección inadecuada afectan hasta el 50% de los hombres entre las edades de 40 y 70.
Para entender la disfunción eréctil, es esencial entender el proceso normal para lograr una erección. La anatomía del pene es necesario conocerla comprender este aspecto.

Anatomía del pene

El pene contiene dos cámaras llenas de tejido esponjoso llamadas cuerpos cavernosos. Cuando un hombre se excita sexualmente recibe impulsos desde el cerebro y los nervios locales hacen que los músculos en los cuerpos cavernosos se relajen, permitiendo que la sangre corra y llene los espacios dentro del tejido.
Esto crea una presión en los cuerpos cavernosos, haciendo que el pene se expanda.
Una membrana llamada túnica albugínea ayuda a atrapar la sangre en los cuerpos cavernosos, con lo que así es posible el mantenimiento de la erección.
La erección se pierde cuando los músculos se contraen para detener la sangre que fluye en el pene, y los canales abiertos de la salida.

Causas

Una erección satisfactoria y sostenida requiere una secuencia de eventos que se produzcan de una manera precisa. Cualquier cosa que interrumpa esta secuencia puede conducir a problemas que difuculten el hecho de mantener una erección.
La causa más común de la disfunción eréctil es el daño a los tejidos, ya sea a los nervios, las arterias, los músculos o el tejido fibroso.
Las condiciones tales como:
Diabetes, enfermedad renal, alcoholismo crónico, esclerosis múltiple, trastornos en el tiroides por baja actividad, trastornos arteriales (enfermedad vascular periférica, hipertensión, reducción del flujo sanguíneo al pene) o las enfermedades cardiovasculares pueden ayudar a desencadenar el problema.

Otros factores a ser considerados son los siguientes:
Trastornos neurógenos (la médula espinal y lesiones cerebrales, trastornos nerviosos tales como la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer, esclerosis múltiple, y el accidente cerebrovascular).
El daño a los nervios y las arterias cerca del pene durante la cirugía, sobre todo para el cáncer de próstata y vejiga. Lesiones físicas en el pene, la médula espinal, la próstata, la vejiga o la pelvis. Los medicamentos comunes, incluyendo medicamentos para la presión arterial, antihistamínicos, los antidepresivos y los tranquilizantes pueden precipitar la disfunción eréctil. Los factores psicológicos como el estrés, ansiedad, culpa, depresión, baja autoestima y miedo al fracaso sexual causan hasta el 20% de los casos. El estilo de vida: alcohol, drogas y tabaco. Enfermedades del tejido del propio pene (trastornos del cuerpo cavernoso)
Trastornos hormonales (tumor de la glándula pituitaria, bajo nivel de andrógenos). Envejecimiento.

Diagnóstico de la disfunción eréctil

La disfunción eréctil tiene muchos factores predisponentes. Uno de los objetivos básicos del diagnóstico de esta condición es la comprensión de si la causa de la disfunción eréctil se deriva de factores psicológicos, o si de hecho no hay ninguna causa fisiológica. Más a menudo que estos dos factores coexisten en la misma persona.
Una forma útil y sencilla para distinguir entre la impotencia fisiológica y psicológica es determinar si el paciente siempre tiene una erección, si no es así, el problema es probable que sea de origen fisiológico, aunque a veces (raramente), puede ser fisiológico o psicológico.

Las pruebas clínicas utilizadas para diagnosticar la disfunción eréctil

No hay pruebas de por sí que verifiquen el diagnóstico de la disfunción eréctil. Muchas investigaciones de laboratorio se realizan para descartar principalmente a enfermedades como la diabetes, enfermedades arteriales [trastornos de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón (enfermedad coronaria Aretery), aumento de los lípidos (grasas) en sangre, trastornos de los vasos sanguíneos periféricos, etc]
Sin embargo, se realizan otros exámenes para medir la severidad de la disfunción eréctil. Estas pruebas también dan una idea de la causa posible de la disfunción eréctil.
Algunas de estas pruebas se han esbozado:

La ecografía dúplex: Una sustancia química que induce una erección (prostaglandinas) que se inyecta en el pene. Una vez que se alcanza una erección el ultrasonido se utiliza para estudiar el grado de dilatación del pene, así como para medir la presión arterial dentro del órgano. Esta prueba identifica cualquier deficiencia estructural o funcional dentro del pene.

Función de los nervios del pene: el médico aprieta la cabeza (glande) del pene. Esto generalmente provoca la contracción simultánea de los músculos del ano. El período de tiempo entre el estímulo y la contracción es un buen indicador de la actividad de los nervios del pene. Ciertas condiciones como la diabetes, y muchas enfermedades nerviosas que causan la disfunción eréctil puede ser la causa de una función anormal de los nervios del pene.

Tumescencia peneana nocturna (TNP): por lo general un hombre puede producir de cinco a seis erecciones por la noche durante el sueño (fase REM). Por lo tanto, la ausencia indica problemas con el suministro de sangre, las funciones nerviosas, o ambos. Este estudio se centra en el estudio de la rigidez del pene, mediante el registro de la circunferencia. Sin embargo, este examen suele dar resultados ambiguos, ya que, con algunos hombres, es normal no tener tantas erecciones.

Biotensiometria del pene: Esta prueba utiliza la vibración electromagnética para evaluar la sensibilidad y la función nerviosa en el glande y el cuerpo del pene. La percepción de disminución de la vibración puede indicar daño a los nervios en el área pélvica, que puede conducir a la impotencia.

Cavernosometría en infusión dinámica: (Abreviado DICC), da una medida de la presión vascular en el cuerpo cavernoso durante la erección. Un fluido se bombea en el pene a un ritmo conocido y la presión es constante. Para ello se estudia con la prostaglandina E-1, lo que provoca la dilatación de los vasos sanguíneos, se inyecta para medir la velocidad de infusión requerida para obtener una erección rígida y para ayudar a encontrar la gravedad de la fuga venosa.

Otras pruebas similares se pueden utilizar:

Angiografía por sustracción digital
Angiografía por resonancia magnética (ARM)

Tratamiento de la disfunción eréctil

El tratamiento convencional

Drogas [medicamentos orales, supositorios peneanos, ungüentos, tratamientos inyectables, hormonales (raro), etc]

Los dispositivos de vacío mediante trabajos de extracción de sangre en el pene. Se debe utilizar sólo antes del coito.

Cirugía - como última medida cuando todos los otros métodos fallan para mejorar la disfunción eréctil. Los implantes de prótesis (barras artificiales) se insertan en el pene y allí permanecen. Sin embargo, estos son muy caros y también irreversibles.

Todos los tratamientos tienen por objeto ayudar al individuo a alcanzar una erección y mantenerla el tiempo suficiente para realizar el acto. Sin embargo, ninguno  de estos tratamientos puede proporcionar una cura permanente para esta enfermedad.

Debido a la delicada naturaleza de esta condición, los modos convencionales de tratamiento ahora dan mucho énfasis a la Psicoterapia.


Los ejercicios diarios, los cuales aumentan el flujo sanguíneo a todas las partes del cuerpo, aumentan los niveles de hormonas masculinas, aumenta los niveles de neurohormonas que son ciertos los elevadores del estado de ánimo.


Tratamiento homeopático

En nuestra experencia, la homeopatía ofrece excelentes resultados en los casos de disfunción eréctil, que pueden haber surgido por causas tanto físicas como psicológicas. La mayoría de sus componentes, tanto mentales como físicos pueden ser tratados mediante la correcta prescripción homeopática.

La homeopatía es altamente recomendable para el tratamiento de la disfunción eréctil.