martes, 15 de mayo de 2007

La Homeopatía, otra alternativa terapéutica

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Jacques Lamothe, en la maravillosa introducción de su libro Homeopatía Pediátrica, nos habla del espíritu abierto. Os recomendamos su lectura, y desde aquí reafirmamos cuanto allí se dice, tal cual fue expresado en el discurso de inauguración del Congreso Nacional de Toulouse, 7 de Junio de 1995, y que sin su permiso (espero perdone nuestra osadía), nos atrevemos a transcribir:

"¿Crees que es razonable...
  • ...ser homeópata en nuestros días aparte, bien entendido, de consideraciones puramente económicas? ¿Es razonable practicar una terapéutica marginal, desacreditada, muy mal reconocida, considerada con desprecio por muchos, puesto que parece incapaz de suministrar pruebas científicas de su realidad suficientemente convincentes a los ojos del mundo científico y médico actual?
  • ...pretender curar casos serios donde la terapéutica oficial ha fracasado, a veces casos graves? Entonces, escoge callarte. Es lo mejor, puesto que sería necesario hacer la guerra y tú no tienes deseos, y además, crees que con tu tiempo has de hacer otras cosas, como por ejemplo utilizarlo en continuar tratando de curar a otros pacientes que te esperan y reclaman impacientemente tu ayuda. Sigue con tu vida de médico que trabaja, trabaja y trabaja, desconsiderado por la mayor parte de tus colegas, solamente apoyado en el amor de los pacientes que has curado.
Pero, cuando piensas en todos esos casos problemáticos de curaciones que se acumulan, encuentras que cada vez es menos lógico y razonable callarte. A menudo tienes ganas de gritar en los medios de comunicación, sobre todo cuando oyes afirmar con una certidumbre excesiva e imprudente que la mejor prevención existente actualmente son las vacunas y que por tanto se han de generalizar o que la major estrategia en materia de infecciones y de alergia es eliminar a cualquier precio los agentes patógenos y los alérgenos, como si esto nos hiciese avanzar en el plano de la salud individual y colectiva.
¿Qué harás con el caso de la pequeña Andrea, de 15 meses, curado desde hace cuatro años de un Síndrome de West y de neumopatías de repetición? Este pequeño trisómico, convulsionando cotidinamente, adormecido, iba a volverse un vegetal, a pesar de la asociación de tres anticonvulsivantes mayores y de la ACTH. Ahora es un niño simpático, casi normal, que empezó a mejorar desde que tomó MEDORRHINUM. ¿Y el caso de Axel, totalmente curado después de ocho años de neumopatías de repetición gracias a CARBO VEGETABILIS? Y de estas tres verdaderas apendicitis, con prueba ecográfica hospitalaria, curadas en 24 horas con STAPHYSAGRIA? ¿Y estos casos de meningitis y laberintitis virales mejoradas en 12 horas? ¿Y de la varicela maligna de Jules, que tuvo rápida evolución? ¿Y el caso de leucosis en que la quimioterapia no ha funcionado hasta que recibió MEDORRHINUM? ¿Y estos tres casos que hubiesen podido conducir a la muerte súbita del lactante y que mejoraron netamente desde la primera toma del SIMILIMUM? ¿Y estos 3 ó 4 casos de osteocondritis de cadera curados en menos de una semana y que han podido jugar enseguida sin estar inmovilizados, después de la toma de PHOSPHORICUM ACIDUM o de CALCAREA...? ¿Y estas 15 neumopatías de Virus Respiratorio Sincitial que cada año ves curarse en 24 - 48 horas y en 3 - 4 días de tratamiento con un coste total de 4 euros? Etc, etc. ¿Qué debes hacer con todo esto? Nos callamos porque, de momento, no se nos escucha. De todas formas, tengo deseos de preguntar si en estas condiciones ello es razonable.
  • ...pretender curar la totalidad de tus pacientes?... ¡cuando la gente se ríe de la totalidad! Solamente les interesa la curación de la enfermedad que les molesta y que les ha llevado a la consulta. Y después, pequeño pretencioso, ¿cómo puedes afirmar la curación de una enfermedad crónica como el asma, por ejemplo? ¿Cómo puedes pretender curar varios sistemas o enfermedades a la vez con un solo remedio? ¿Tienes los medios para probar todo esto? ¡No!, entonces, una vez más, ¡cállate!
  • ... callarte y guardarlo para tí cuando has encontrado una vía de investigación clínica que desemboca en curaciones de enfermos por algunos apasionados colegas que ha querido escuchar tus confererencias o leer tus publicaciones, que al mismo tiempo han molestado a muchos otros colegas que te han criticado vivamente, que no han comprendido nada y no han tenido más confianza en tus resultados terapéuticos que los alópatas?
  • ... ir a las reuniones de homeopatía bajo el signo de la tolerancia, de la abertura? ¿No parece imposible, una utopía, después de las peleas de gallos a las cuales el mundo homeopático ha asistido? Si tuvieses tiempo, ecribirías un libro como Paul Watzlawick: Haz tu mismo tu desgracia... para el mundo homeopático, dando como receta en primer lugar: haz la guerra a muerte por tus ideas, tus certidumbres a los que se llaman homeópatas que tienen la audacia de sostener ideas en las antípodas de las tuyas - las únicas válidas- hasta que llegue el infarto, y así no se volverá a hablar de ello. La discusión es lo más penoso que hay, el intercambio, irrealizable. ¡Cada uno para sí, o como máximo para su iglesia!
¿Qué dices? ¿Cómo? ¡Te atreves a responder que la Homeopatía, sí, es razonable!
Que es una medicina humilde y rigurosa (y por tanto seria): humilde puesto que no hay apriorismos sobre su modo de acción, dejando abiertas todas las explicaciones posibles de reacción del organismo; rigurosa por al precisión de su Materia Médica y la ausencia de "modas" terapéuticas, que la hacen relativamente inmutable, fija, sin eliminar el nacimiento continuo de corrientes de pensamiento que, sin modificar su base, su fondo, no hacen más que injertarse encima, paralelamente, enriqueciéndola y dejando a cada uno libre de adherirse o no, según su propia concepción de la práctica.
Que se inscribe en una realidad objetiva: la del hecho de la curación del enfermo que ha venido a consultar por la patología X que ha desaparecido y que todo esto es tan real como la investigación científica hospitalaria. Que estas curaciones estan más allá del placebo, que existe en toda terapéutica y del cual la alopatía no se priva con sus denominaciones comerciales sabiamente elaboradas en el plano lingüístico, sin hablar del "efecto médico".
Que las reuniones de trabajo y los congresos de homeopatía están más animados de un espíritu de fraternidad y abertura, a diferencia de los congresos de alopatía, donde hay más "espectáculo".
Y aunque sea la más razonable medicina del hombre occidental, con la única condición que, considerando al hombre en su totalidad, sus practicantes están en el justo medio entre el corazón y la razón. ¡El justo medio, el secreto de la verdad para los chinos! Tienes incluso la udacia de aliar en tu práctica el "feeling" y la precisión de la Materia Médica y tambien de intentar encontrar una coherencia interna en los síntomas de las materias médicas, asociando con tu intuición las nociones objetivas de clínica, fisiología, química, física y las menos palpables nociones de psicología, de psicoanálisis, de simbolismo, de tradiciones diversas...
Entonces, ahí sí, homeópata, me interesas. Descubro, en efecto, en tu mundo algunos excesos por las dos partes:
  • Del lado del corazón: veo algunos "integristas" partidarios del remedio único para toda la vida y culpabilizados porque no lo encuentran (casi nunca). Veo también algunos "gurús" simpáticos y mediáticos, superdotados e intuitivos, que están solos en su manera de practicar y de compartir por ser más carismática que simple, a pesar del aspecto seductor de un discurso elevado que algunos no se privan de calificar de "nebuloso" o esotérico.
  • Del lado de la razón, veo dos tipos de exceso: en primer lugar, los organicistas de tomo y lomo, tan excépticos y "materialistas" como los alópatas más duros, hiperalérgicos a toda palabra que empiece por "psi...", que les dá urticaria o crisis convulsivas en público; a continuación, veo diversas tendencias desviacionistas, sostenidas generalmente por un jefe de filas que ha elaborado una sabia construcción intelectual, hipertrofiando un aspecto interesante, del género de la teoría de los "obstáculos", o del "drenaje" y que son reduccionistas si invaden demasiado la práctica.
Entonces, utópico inescrutable del justo medio, ¿osas decir que la única salida es la "vía del corazón razonable"? ¿Cuantas reuniones de homeópatas pueden evitar los dos escollos, y desarrollarse en un ambiente de profunda humildad, de verdadero intercambio? ¿Cuantas de tales asmbleas se hacen para conocerse, descubrir al otro y no para enfrentarse? Que todos tus colegas son capaces de esta humildad profunda de la que hablas y que comparas a la de cada uno cuando se encuentra frente a su propia muerte, la que permite borrar su ego y abrirse verdaderamente al otro en una escucha benévola, incluso si el otro es un extremista alejado de la ortodoxia y del justo medio puesto que trastorna la verdad que creemos haber encontrado y en la cual nos hemos instalado tranquilamente. Y que como máximo, el interés está más en esta "perturbación" de las creencias y de los hábitos -esterilizantes- de cada uno, que en la recogida de nuevas informaciones. ¡Bien, pruébalo!
No es suficiente estar en las nubes y sonreir porque las cosas tienen éxito: será necesario que tú mismo aportes el tuyo.
Las fuerzas de fragmentación de un grupo (como en el mundo homeopático) son siempre más fáciles de movilizar que las fuerzas de unión, que proceden del amor. ¿Podrás vivir esto en el mundo de los trovadores y del amor cortés con corazón y razón?
P.-S. Cuando tenemos cosas en el corazón hay que decirla, sobre todo si son razonables."

JACQUES LAMOTHE
Dsicurso de Inauguración del Congreso Nacional
de Homeopatía de Toulouse, 7 de Junio de 1995

1 comentario:

Alicia Falagán dijo...

¡Eres un artista, Javier!No entiendo nada de Blogs, pero me ha gustado tu iniciativa. Un abrazo
Alicia (Médico Homeópata)