lunes, 30 de noviembre de 2020

In memoriam Ricardo Bárcena




Querido Ricardo: Resulta doloroso y difícil escribir en cualquier circunstancia que implique despedida o desgarro. En ésta, cuando una vida entregada a buscar la curación de la enfermedad se apaga, se vuelve especialmente triste. Hace poco más de dos meses nos escribiste la última carta, como decías sería la carta de despedida. En ella agradecías el camino compartido y, como siempre, mostrabas cercanía y apoyo. 

Hace más de dos décadas que algunos te conocimos en Sevilla, como profesor entregado, siempre dispuesto a ayudar, comprensivo y humilde. Se que no eras amigo de grandes reconocimientos y siempre has buscado, en el mundo de la Homeopatía, no lugares preferentes, al contrario, trabajo de trinchera, con los pacientes, con los alumnos, con el estudio. Siempre apoyando, siempre preocupado por enseñar y seguir el método más genuino. Y aquí mostrabas una firmeza a veces no bien entendida por algunos. Al final, aunque en algún momento albergué alguna duda al respecto, he comprendido que para crecer hay que apoyarse firmemente en la base. Se que podrás perdonar esta ligereza.

Sabemos que estabas preparado para tu prematura marcha, una gran espiritualidad y firmes creencias te ayudaban. Nosotros entendemos poco la razón, si existe alguna, de tu temprana muerte. Quizás sea que tu andadura vital estaba completa. 

Sabemos que nacimiento y muerte son parte de la vida, aunque nos duela. Has traspasado el umbral y como decías nos esperas en otra dimensión. Y ya, libres de enfermedad, tus compañeros de vocación y dedicación nos reuniremos contigo.

Agradecer tu trabajo, agradecer que tantos enfermos hayan sido aliviados por tu quehacer, agradecer al fin haberte conocido, querido Ricardo. Un compañero y amigo, como respuesta a tu carta de despedida, te dijo que “nadie estará lejos” porque, aunque no podamos verte  siempre te sentiremos cerca, siempre estarás con nosotros.

Desde el lugar o dimensión en que te encuentres sigue apoyándonos en el crecimiento y desarrollo del compartido método de curar. 

Un fraternal abrazo. 

No hay comentarios: