jueves, 30 de julio de 2015

Escarlatina y Homeopatía.

Introducción:
La escarlatina es una enfermedad caracterizada por fiebre, faringitis exudativa y un exantema peculiar. Está causada por un Streptococcus pyogenes (estreptococo betahemolítico del grupo A -EBHGA-) productor de exotoxinas pirogénicas específicasi. S. pyogenes produce una gran variedad de factores de virulencia, entre los que se incluyen potentes exotoxinas. Algunas exotoxinas pertenecen a la familia de las exotoxinas pirogénicas, cuyo nombre se debe a su capacidad para producir fiebre (años atrás se las denominaba exotoxinas eritrogénicas). Existen 4, bien caracterizadas, llamadas A, B, C y F, serológicamente diferentesii.

Los clásicos nos dicen que es una enfermedad contagiosa, epidémica, raramente esporádica, que no ataca al hombre más que una sola vez en la vida, variable en sus características y que afecta preferentemente a los niños de cinco a doce años (Laboratorios Boiron: L’ Homéopathie Française de 1844 à 1850).

Pequeña Historia:
Algunos autores han interpretado la epidemia ocurrida en Atenas, el año 430 a.C., descrita por Tucídides, como «escarlatina maligna», aunque no hay certeza de que esta enfermedad fuera conocida en la antigüedad clásica. En la Edad Media, relato de médicos árabes, sobre una afección que llamaban «morbilli», también fueron relacionados con la escarlatina, pero sus descripciones tan vagas, no permitieron afirmar de manera concluyente la existencia de dicha patología en aquella época. Entre ellos destacaron Avicena (979-1037) y Rhazes (865-925). Este último, autor de una magistral reseña de la viruela, distinguiéndola claramente del sarampión, separando así las dos únicas enfermedades infecciosas de carácter endémico que conocían los árabesiii.

En el siglo XVI, Gian Filippo Ingrasia fue el primero en efectuar descripciones clínicas de una enfermedad posteriormente reconocida como escarlatina, que figuran en su libro de Tumoribus Praeter Naturam, escrito entre 1533 y 1556iv.

Durante los siglos XVI al XVIII, «va a edificarse en el mundo occidental el pensamiento patológico moderno». Se introduce una gran variación dentro del estudio clínico de las enfermedades: es el concepto de «especie morbosa» (entidad nosológica), siendo el aporte fecundo del gran clínico inglés de la segunda mitad del siglo XVII: Thomas Sydenham (el «Hipócrates inglés»). Este pensamiento constituye una suerte de compromiso entre la experiencia y la razón, en el que debe buscarse la clave de lo que significó Sydenham para la medicina modernav.

Alphonse Teste describe en su libro Tratado homeopático sobre las enfermedades de los niños —Editorial Mínima— los tres periodos de la escarlatina, merece la pena que el ávido lector le eche un vistazo a la descripción de la enfermedad que él hace, resulta tan gráfico que merece la pena instruirse al albor de los clásicos.

Tratamiento:
La Medicina convencional —alopatía—, trata con antibióticos esta patología, sea ex juvantivus o mediante la confirmación previo a la recogida de exudado y cultivo. A veces de forma iterativa se reproducen lo que suelen denominarse brotes, consecuencia de la ineficacia del tratamiento antibiótico, incluso con el antibiótico previamente sensible en el antibiograma.

Si los homeópatas tuviéramos que elegir un solo remedio para el tratamiento de ésta patología, fracasaríamos estrepitosamente, si bien podemos decir, sin temor a equivocarnos que la Belladonna suele ser un buen específico de esta fiebre «irruptiva». El buen médico homeópata debe tener una idea precisa y habitualmente presente de las patogenesias al uso consignadas en la Materia Médica.

Siguiendo a Teste me conformaré con señalar en esta reseña los medicamentos más habituales que nos permitan tratar dicha enfermedad: Aconitum, Baryta carbónica, Opium, Ipecacuanha, Cinnabaris, Spongia tosta, Hepar sulphuris, Nitricum acidum, Dulcamara, Lycopodium, Calcarea carbonica y Sulphur.

Para más información sobre Homeopatía.

Bibliografía:iGuillén Martín S, Ruiz Jiménez M, Prieto Tato LM, y cols. Enfermedades exantemáticas. En: Manrique I, Saavedra J, Gómez Campderá, y cols. Guía de tratamiento de las enfermedades infecciosas en urgencias pediátricas. Madrid: Drug Farma SL; 2010. p. 615-25.
iiMcCormick JK, Schievert P. Toxins and superantigens of group A streptococci. En: “Gram-positive pathogens”. American Society for Microbiology, 2000; 43-52.
iii Papp D, Agüero A. Breve Historia de la Medicina. Ed. La Claridad. Sao Paulo. Brasil 1994; 172-3.iv Laval R E. La infección por el estreptococo beta hemolítico del grupo A: ¿vuelta al pasado? Rev Chil Infect 1994; 11: 73-81.v Lain Entralgo P. Historia Universal de la Medicina. Tomo IV. p. 297-306. Barcelona. españa. 1973.

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