Homeopatía en gránulos

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viernes, 29 de abril de 2016

Enfermedad tiroidea autoinmune: ejemplo de la tiroiditis de Hashimoto

Tomado de: http://us7.campaign-archive1.com/?u=8e91f9893fd5944c0b88373ed&id=7e54a13aa0&e=14209a7e24
Dra. Petra Blum
Tegernsee, Alemania

Introducción

La enfermedad de Hashimoto (también denominada tiroiditis de Hashimoto) forma parte del grupo de las enfermedades tiroideas autoinmunes. Se trata de una enfermedad linfocítica crónica, descrita por primera vez en 1912 por Hakuro Hashimoto, con cuyo nombre también fue bautizada.

Desde el punto de visto epidemiológico constituye la forma de tiroiditis más frecuente, con una prevalencia del 5-10%. También es la causa más común de hipotiroidismo y se presenta sobre todo en mujeres de 30 a 50 años. La relación de las tasas de incidencia entre mujeres y hombres es de 9:1. Existe una predisposición hereditaria a padecer la enfermedad. A menudo se asocia a los genotipos HLA-DQ-2 y DQ-8, pero también a DR-2, DR-3, DR-4, DR-5 y a HLA-A-1, HLA-B-8, HLA-B-16, HLA-DQ-3. Por ello, muchas veces aparece conjuntamente con otras enfermedades autoinmunes.

En general, se puede diferenciar entre los siguientes tipos de tiroiditis autoinmunes:
  • la "tiroiditis silente" con una evolución leve y en parte temporal.
  • la tiroiditis linfocítica postparto: aproximadamente el 4% de las embarazadas la padecen; se puede describir como una afección pasajera y subclínica de la función tiroidea, que va acompañada a menudo de la presencia de anticuerpos anti-tiroperoxidasa positivos (anti-TPO).
Además, también se observan casos de inducción iatrogénica como, por ejemplo, por citoquinas (tratamiento con interferón (IFN) o interleuquina 2 (IL-2)) o procesos patológicos inducidos por amiodarona. En muy pocos casos se diagnostica un estruma de Riedel (tiroiditis de Riedel), una enfermedad crónica caracterizada por la aparición de un proceso de fibrosis invasiva y en la que la glándula tiroides adquiere una consistencia de extrema dureza.
 
Desde el punto de vista histológico, la enfermedad de Hashimoto es una tiroiditis linfocítica en la que participan linfocitos T citotóxicos y que puede evolucionar en estadios avanzados a una fibrosis o incluso a atrofia.
 
Los síntomas son muy diversos y van desde agotamiento, estados depresivos, sudoración excesiva, problemas cutáneos, caída del cabello hasta problemas de peso, alteraciones en las deposiciones y dolores articulares cambiantes. En conjunto, muestra una múltiple sintomatología clínica.
 
Normalmente, para confirmar el diagnóstico, se estudian los parámetros siguientes en lasanalíticas de laboratorio: anticuerpos antitiroperoxidasa (anti-TPO, también llamados anticuerpos antimicrosomales) (positivos en el 95% de los casos), anticuerpos antitiroglobulina (anti-TG) (alrededor de un 70% positivos), triyodotironina libre (fT3), tiroxina (T4) y tirotropina (TSH).
 
También  se realiza un diagnóstico por imagen mediante ecografía o escintigrafía.
 
El tratamiento clínico del hipotiroidismo consiste, por lo general, en la administración de la levotiroxina y la administración de 200 μg de selenito de sodio (este último abordaje no se utiliza siempre, debido a una supuesta demostración científica insuficiente).
 
Además, no se deben olvidar los efectos que tienen sobre la función tiroidea el alto número de medicamentos que se prescriben a menudo a pacientes pluripatológicos.
  • Disminución de la secreción de TSH: dopamina, glucocorticoides, ocreótido.
  • Disminución de las hormonas tiroideas: litio, aminoglutetimida.
  • Disminución de la absorción de T4: sulfato ferroso, colestiramina, hidróxido de aluminio, sucralfato.
  • Aumento de las hormonas tiroideas: amiodarona, yoduro.
  • Reducción del transporte a través de la concentración de globulina fijadora de tiroxina (TBG): andrógenos, esteroides anabólicos, glucocorticoides.
  • Disminución de la actividad de la enzima 5’-deiodinasa: propiltiouracilo, amiodarona.
  • Aumento del transporte a través de la concentración de TBG: estrógenos, tamoxifeno, heroína, metadona, fluoruracilo.
  • Desacoplamiento de sitios de unión a proteínas y con ello alteración del comportamiento de transporte: furosemida, fenclofenaco, salicilato y ácido mefenámico.
  • Alteración de T3 y T4 por aumento del metabolismo hepático: fenobarbital, rifampicina, fenitoína, carbamazepina.

Cofactores desencadenantes de la enfermedad de Hashimoto

Como en todas las enfermedades autoinmunes, también en la tiroiditis de Hashimoto existen otros aspectos implicados. A continuación enumeramos los factores desencadenantes de la enfermedad que son más frecuentes: la genética, la intolerancia al gluten, la deficiencia de vitamina D, la dominancia de estrógenos, la resistencia a la insulina (que algunos autores ven como el motor impulsor de la enfermedad de Hashimoto), el estrés, las toxinas, los metales pesados, y también las inflamaciones e infecciones crónicas por el virus de Epstein-Barr (EBV) o la Yersinia enterocolitica.

La intolerancia al gluten o enfermedad celiaca está genéticamente determinada. Según los conocimientos científicos actuales, se vincula a la expresión de determinados antígenos HLA de la clase I y II: HLA-A1, HLA-B-7, B-8, Cw7, HLA-DQ1, DQ2, DQ3, DQ8, HLA-DR-3 y DR-7. En los estudios científicos se señalan principalmente HLA-DQ2 y DQ8 como factores de riesgo. Existe también una combinación de alelos de riesgo para la intolerancia al gluten y la enfermedad de Hashimoto: HLA-A1, HLA-B-8, HLA-DQ-3. Esto podría explicar por qué simplemente una dieta sin gluten mejora notablemente la tiroiditis de Hashimoto.

Naturalmente, al igual que en cualquier enfermedad autoinmune, la concentración de vitamina D debe estar completamente equilibrada.

Por otro lado, se sabe que la TBG se ve incrementada en casos de dominancia a estrógenos. Esto hace que se ligue demasiada hormona tiroidea libre y que se reduzca su disponibilidad para la transformación de T4 en T3. Además de este aspecto, existen otros factores implicados en la regulación de las interacciones hormonales, si bien, no podemos adentrarnos en ellos en este punto.

Para la función tiroidea es importante también el intestino. A continuación, se describe brevemente el metabolismo hormonal completo de la glándula tiroidea.

En su mayoría, la T4 se convierte en T3 en el hígado. De ella, una pequeña parte se mantiene en forma de T3 inversa inactiva (alrededor de 1/5 de la hormona tiroidea) que se activa en el intestino gracias a una flora intestinal sana. Una cantidad considerable de T4 se transforma en T3 activa en el tejido periférico. Con esto, queda patente la participación del intestino en el metabolismo tiroideo. La flora intestinal sana controla hasta alrededor del 20% de la función tiroidea. Las infecciones bacterianas del intestino influyen negativamente en la función de la glándula tiroidea, dado que los lipopolisacáridos de las bacterias gram negativas pueden reducir la concentración hormonal al debilitar los receptores. Esto da lugar a un aumento de la T3 inactiva y a una disminución de la TSH.

También las toxinas y los metales pesados están relacionados con las enfermedades autoinmunes por sobrecarga de los sistemas de detoxificación individuales del organismo, con las consiguientes alteraciones del sistema inmunitario.

Los denominados estresores inmunes, como las cargas virales crónicas o las infecciones por el EBV, el virus de la hepatitis C, la enfermedad de Lyme o las infecciones por hongos, también se deben tener en cuenta como factores desencadenantes de tiroideopatías autoinmunes.

Perspectiva terapéutica holística

La estrategia terapéutica comprende una amplia gama de tratamientos, y va mucho más allá de la mera terapia de suplementación con T4 o también T4/T3 (en trastornos de conversión). En primer lugar, se debe prestar atención a que el paciente realice suficiente actividad física diaria. Se debe introducir un cambio de dieta con alimentos alcalinos, frescos y recién preparados (antiinflamatorios). La dieta sin gluten —incluso cuando no se detecta una asociación con HLA— ha dado muy buenos resultados. Los complementos de selenio de 200 μg al día (de los que, desde mi punto de vista, sí existen estudios suficientes al respecto) así como los nosodes de sangre propia (en diluciones de 10000 K, 2 glóbulos al día) son también la base del tratamiento.

En la literatura científica existe controversia en cuanto a administrar complementos de yodo, sobre todo cuando el balance de yodo está equilibrado. Además, debe determinarse individualmente si conviene realizar una posible sustitución hormonal. También se debe dar gran importancia al apoyo de los sistemas de detoxificación y, desde luego, al tratamiento de la microbiota intestinal a fin de reactivar el mencionado 20% de la T3 activa. Según mi opinión, el virus de Epstein-Barr (EBV) y laYersinia se asocian con mucha frecuencia con las enfermedades tiroideas. En este contexto, he podido constatar una proporción relativamente alta de reactivaciones del EBV en estadios iniciales, que trato de forma eficaz mediante la fórmula de Micro-Inmunoterapia EBV. En el caso de la presencia de Yersinia, se puede prescribir el correspondiente nosode en combinación con la fórmula EID.

Referencias bibliográficas

  1. Gerd Herold und Mitarbeiter: Innere Medizin 2014. Eigenverlag 2013.
  2. Datis Kharrazian: Schilddrüsenunterfunktion und Hashimoto anders behandeln. VAK Verlag 2013.
  3. David Brownstein: Iodine – why you need it. Eigenverlag 2009
  4. Dr. Jonathan Wright, Dr. Lane Lenard: Bioidentische Hormone: Alles, was Sie wissen müssen. VAK Verlag 2013
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Etiquetas: Autovacuna, Hormonas, Investigación, Isopatía, Nosodes, Varios, Vitaminas

lunes, 25 de abril de 2016

El cuerpo vivido, nuevo objeto biológico y científico

Dr. Philippe Marchat

1) ¿POR QUÉ DEFINIR EL OBJETO DE LA HOMEOPATÍA?
La "medicina clásica" se atribuye fácilmente el título de medicina científica mientras que la homeopatía posee un estatus frágil y marginal. Hace falta no ver el toque de la mala fe y de hostilidad que la primera manifiesta respecto a la segunda. ¿O es que la homeopatía sufre de una carencia, de una deficiencia intrínseca que la hace frágil? Si nos referimos a la definición de lo que es una ciencia, a saber "un cuerpo de conocimientos poseedor de un objeto determinado y reconocido, y un método propio", hay que constatar que la homeopatía sufre de una carencia fundamental muy perjudicial. Así como nuestra disciplina posee de forma innegable un método propio, que los modernos trabajos de Scholten, Sankaran y otros continúan puliendo, es innegable que, hasta ahora, hemos sido incapaces de definir su objeto. Este objeto es la enfermedad (y el
enfermo) y lo que hay en ella (o en el) de mas singular, de mas individual. Ahora bien, después de Aristóteles, se sabe que no hay más ciencia que la general. La pregunta es pues: ¿Como hacer de un objeto tan singular un objeto "general"? ¿Como salir adelante con este juego de manos? Recurriendo al concepto de cuerpo vivido, el cual yo he propuesto y que llevo años manteniendo, y sobre el que vuelvo para hacer descubrir ciertas facetas que yo no había captado suficientemente bien anteriormente.
Desarrollaré mi propósito en tres puntos. En primer lugar recordaré que, disponer de un objeto es una apuesta esencial para el futuro de la homeopatía. Segundo, trataré de apoyar, gracias a ciertos datos científicos modernos, este objeto, el cuerpo vivido, poniendo al día su aspecto biológico, especialmente en lo que concierne a los medicamentos homeopáticos vegetales y animales. Para los minerales, solo señalaré algunas generalidades para volver sobre ellos en un artículo ulterior. Y finalmente, señalar la extraordinaria oportunidad que ofrece, a mi parecer, esta conceptualización: hacer de nuestro objeto, el cuerpo vivido, un nuevo objeto biológico, universal e ineludible en los campos de la medicina y de la ciencia.
Se deja demasiado de lado que no es posible intercambiar con los demás si no se dispone de un lenguaje común, es decir de conceptos y objetos comunes. El otro no nos puede "entender", escuchar y responder mas que a condición de identificar y reconocer sin demasiadas dificultades, incluso aproximadamente, de que se le habla y de lo que nos estamos ocupando. Se olvida demasiado a menudo que no se puede simplemente hablar juntos, sin disponer de un mínimo vocabulario común. ¿Porqué los matemáticos y los físicos intercambian fácilmente?. Porque ellos disponen de herramientas comunes, ecuaciones, teoremas, métodos de cálculo. ¿El lingüista y el psicoanalista? Porque el lenguaje es su objeto común, esencial en cada una de las dos disciplinas. ¿El geógrafo y el economista? Porque por ejemplo, la planificación del territorio es un objeto que los dos tienen en común. ¿El antropólogo y el genetista? Porque el problema de la datación de las especies y el concepto de evolución son propios a las dos disciplinas. Hace falta pues atreverse a preguntar : ¿cómo la medicina "clásica" y la comunidad científica podrían establecer un debate con una disciplina incapaz de definir su objeto? Cómo hacerse entender, y ser tomado seriamente con un léxico como: miasmas, energía vital, similimum, ley de similitud, sin hablar de sicosis, luesis, psora etc. Ninguno de estos conceptos es "exportable", compartible, comprensible para un médico o un científico ajeno a la homeopatía. Ahora bien, aquí estamos muy lejos de la "jerga" propia de toda disciplina; nos encontramos ante una incapacidad de definirnos.

2) EL CUERPO VIVIDO, OBJETO DE LA HOMEOPATÍA
Ya he presentado este concepto en los números 49 (noviembre 2003) y el 52 (diciembre 2004) de la Revista Homeopática . Así pues no detallaré el contenido de ese concepto y remito a los lectores a estos dos artículos para su conocimiento. Este concepto lo he construido o, en cierto modo, "retomado" a partir de la fenomenología, disciplina de la filosofía de la que yo he tomado todo lo que presenta de proximidad con la homeopatía, durante los estudios de filosofía que emprendí al finalizar mis estudios de medicina. Esta rama de la filosofía, nacida a principios del siglo XX, preconiza una "vuelta a las cosas mismas", desmarcándose así netamente de la empresa de objetivación científica. Esta "vuelta a las cosas mismas" no es otra cosa que tomar en cuenta la experiencia del mundo tal y como nosotros la" vivimos"; para la medicina, la de la enfermedad tal y como el enfermo la "vive". Es decir, cada uno la presiente, con mucha precisión como lo hace la homeopatía, con las localizaciones, sensaciones, modalidades etc.
¿Por qué el término de "cuerpo vivido" y no simplemente "lo vivido"? Si insisto en la expresión de cuerpo vivido, es por la siguiente razón : Hablar simplemente de "vivido" nos llevaría a deslizarnos hacia un tipo de auto-interpretación del paciente, de introspección o de vivido puramente emocional o psíquico. Mientras que el concepto de cuerpo vivido indica que no se trata de una observación del sujeto sobre si mismo, sino de que lo que él experimenta y vive a través y dentro de su cuerpo, la mayor parte del tiempo sin saberlo. Esto indica también que no existe, para la homeopatía, una distinción radical cuerpo/psiquismo/espíritu; todo lo que experimenta el sujeto es vivido simultáneamente en diversas esferas. Así pues, la enfermedad es una perturbación "vital", en absoluto una perturbación de la energía vital.
Toda la semiología homeopática puede calificarse de vital. Hacer del cuerpo vivido el objeto de la homeopatía quiere decir que lo importante para ella, lo decisivo, es la enfermedad en tanto que experiencia "vital", en tanto que acontecimiento que sobreviene en mi vida y que altera mi vida. Recordemos las palabras de Hahnemann: "la enfermedad es una modificación del comportamiento y del sentir". Es como decir que la enfermedad es una modificación del cuerpo vivido. Una vez bien entendida esta dimensión vital de la homeopatía, se percibe mejor la necesidad de deshacerse del concepto de energía vital. Aquellos que insisten sobre la enfermedad en tanto que perturbación de la energía vital se equivocan. La enfermedad, para la homeopatía, es una perturbación vital, "una modificación del sentir y del actuar", una perturbación que yo siento y que he experimentado en mi vida, una perturbación que yo "vivo".
La enfermedad es una nueva relación que yo mantengo con las cosas, con los otros y con el mundo. Esto, el juego de las modalidades lo expresa muy bien. ¿Qué es sino una perturbación vital, una alteración en mi vida y en mi relación con el mundo, el hecho de tener una tos agravada por el calor, mejorada por beber bebidas frías o una tos agravada en compañía? El recurso de algunos al concepto de energía vital descansa en su confusión entre "vital" en tanto que adjetivo y "vital" en tanto que sustantivo.
Remito a los lectores interesados en este punto al artículo que he consagrado a este tema en el número 52 de la Revista Homeopática.

3) LAS BASES CIENTÍFICAS DEL CUERPO VIVIDO
Lo que es particularmente interesante en el concepto de cuerpo vivido, es que permite relacionar nuestro método de observación en un objeto no solamente "teórico" sino basado científicamente. Este concepto permite, especialmente para los medicamentos vegetales y animales, anclar la práctica homeopática y su estatus teórico dentro de los datos biológicos eminentemente modernos. Gracias a ello, la homeopatía se confirma de hecho, mas en consonancia con los datos científicos mas "punteros", que la aproximación objetivante, o manera "clásica". Algunos se asombran a veces de que yo parece que busque dar las bases científicas a la homeopatía. Para mi este enfoque es natural, deseable y el mas pertinente para asentar radicalmente la originalidad, la especificidad, y la irreductibilidad de la homeopatía y su objeto. La singularidad de la homeopatía, según mi parecer, no hay que buscarla mas allá de la ciencia sino en una visión novedosa de ella misma. Mi ambición es que podamos llegar a traer sobre la escena medica y científica un objeto biológico tan nuevo que lleve a reconsiderar los datos científicos actuales sobre el ser humano. Pero para esto, necesitamos herramientas. Y los conceptos son herramientas extraordinariamente poderosas. Globalidad, tejido psicofísico e integración biológica Distinguimos fácilmente los síntomas físicos y psíquicos del paciente, así como distinguimos los del enfermo y los de la enfermedad. Por tanto estas distinciones sólo se hacen por abuso de lenguaje, ya que en homeopatía, todo esta "tejido" intima y permanentemente. Este aspecto "entretejido" no se ha tenido en cuenta en su justo valor. Ahora bien, es de una importancia capital desde el punto de vista científico ya que introduce una nueva dimensión de la biología. Todos sabemos que el cuerpo no es un simple ensamblaje de órganos, una suma de funciones bien diferenciadas. El conjunto del funcionamiento orgánico descansa sobre los fenómenos de interacción, de feed-back, de integración intra e inter sistémicas. A grosso modo, el psiquismo, el sistema nervioso central y periférico (voluntario y vegetativo), endocrino e inmunitario constituyen los cuatro meta-sistemas integrados entre si, que se influencian mutuamente y funcionan de acuerdo. Pero la neurobiología moderna lo ha demostrado (1) es el conjunto del cuerpo, en sus manifestaciones más "periféricas" y locales el que interacciona permanentemente con el cerebro y participa activamente del funcionamiento emocional y racional, es por esto que este autor califica la dicotomía cuerpo/espíritu de "Error de Descartes" (2).
La globalidad de la acción homeopática es pues completamente biológica. En aras de la simplicidad, solamente apoyaré mi proposición sobre la doble integración neuroendocrina . Cada uno de nosotros sabe que los funcionamientos neurológico y endocrino están fuertemente integrados. Sólo hay que ver el papel esencial que juega, para cada uno de ellos, el hipotálamo. Situado en la base del cráneo, está conectado con las principales regiones cerebrales, especialmente las áreas sensoriales, pero se encuentra también unido, por un tallo fibroso, a la hipófisis, verdadero director de orquesta de todo el sistema glandular, que le está completamente subordinado. El hipotálamo es así una estructura indistintamente neurológica y hormonal. Sus
funciones principales conciernen a la regulación de la homeostasis del organismo y el control de los comportamientos llamados "fundamentales", los más animales, es decir los que entendemos que aseguran la supervivencia del individuo (alimentación y defensa del organismo) y de la especie (búsqueda de pareja sexual y reproducción). Pero el hipotálamo mantiene también con el neocortex lazos que "dan" a estos comportamientos fundamentales una coloración psicológica y emocional indiscutible. Nos encontramos pues, de hecho, ante una triple integración psiconeuroendocrina.
Todo esto, que esta extremadamente simplificado en relación a los conocimientos científicos disponibles, muestra que, si la homeopatía se basa en la unidad psicofísica del enfermo, si descansa en una semiología de cuerpo vivido y posee una acción indiscutible sobre él, en su individualidad y en su globalidad, es efectivamente porque el psiquismo no se puede separar del cuerpo, en todo caso no completamente, porque la esfera neurológica no se puede separar, sin artificio, de la esfera hormonal, ni del sistema inmunitario, porque los fenómenos hormonales de feed-back y de retro-control neurológico, amplificador o inhibidor, intervienen permanentemente, porque, en efecto, cada célula, cada órgano, cada función esta "integrada" a un funcionamiento global del organismo.
Me parece capital poder hacer entender a la comunidad científica y médica en su conjunto, que la toma en consideración de la unidad psicofísica del ser humano por la homeopatía "toma soporte", se sostiene, y "resulta" de la organización biológica. Esta unidad psicofísica responde perfectamente, conceptual y biológicamente, al concepto de cuerpo vivido. Ésta designa un objeto científico y biológico nuevo que debería dar a la homeopatía los medios para asentarse mas profundamente y mas íntimamente en el conocimiento científico moderno. Fuentes medicamentosas homeopáticas y genética de la evolución La homeopatía posee una particularidad singularmente sorprendente y muy rica de potencial heurístico en el pialo científico. Pensando en nuestra utilización de remedios minerales, vegetales y animales de los cuales basamos la indicación bajo la toma en consideración de una semiología basada en similitudes muy fuertes entre la semiología del paciente y las propiedades fisicoquímicas de los minerales, las propiedades botánicas de los vegetales, los rasgos de comportamiento propios a tal o cual animal singular.
¿Como explicar esto, sin "contentarnos" con pseudo explicaciones como el recurso de la energía vital? ¿Como devolver esta posibilidad, de manera creíble y admisible, a los ojos de la comunidad científica? Aquí de nuevo, el concepto de cuerpo vivido me parece crucial. En efecto, el hecho que el arsenal homeopático se ancle, con tanta singularidad y tanto parentesco, en los reinos mineral, vegetal y animal no sería nada chocante en el plano científico si no lo refiriéramos demasiado a menudo, a concepciones totalmente anacrónicas. Es importante pues poner al día los cimientos científicos del cuerpo vivido. Esto es lo que creo que puedo esbozar aquí. La homeopatía abre un horizonte científico totalmente nuevo . Esta se basa en ciertos datos científicos a los cuales da contenido y una función totalmente desconocidos hasta hoy. Desarrollaré aquí, lo que yo llamo la biológica de los medicamentos homeopáticos animales y vegetales. Sin ella, nuestra toma del caso, nuestra forma de prescribir solo podría aparecer como fantasiosa, "intuitiva", incluso insensata. En cuanto a los medicamentos homeopáticos minerales, el enfoque se debe mas a las propiedades físico-químicas de los elementos de la tabla periódica de Mendeléyev. Volveré sobre ello en un artículo independiente de este. El ser humano es fruto de millones de años de evolución biológica. Sus lazos con los minerales, las plantas y el mundo animal se basan de hecho, en su lejano origen común ya que el ser humano es el "resultado evolucionado" de viejos ancestros de los que no está todavía desvinculado, ni alejado. Recordaré aquí muy (demasiado) someramente algunos datos bien establecidos. El hombre posee el 99% de los genes y 12 cromosomas idénticos a los del chimpancé. Un poco más del 98 % de su producción proteica es idéntica a la de este primate. Por otro lado, todos nuestros constituyentes fundamentales, cada uno de los "ladrillos elementales" de nuestro organismo, es uno de los elementos de la clasificación periódica de Mendeléyev. Así pues ninguno de los constituyente elementales del ser humano le es propio. Ninguno. Los datos científicos más recientes demuestran incluso que toda la evolución, que ha dejado sus huellas y sus cimientos en el hombre, es una evolución pre-humana o no humana en un 99%. Aquí encontramos una explicación completamente científica y "materialista" al interés subrayado por Rajan Sankaran de la toma en consideración de los síntomas y sensaciones que el bautiza como "non human specific", igualmente ello mismo da toda su biológica al enfoque de individualización del origen del medicamento (la cepa original), sobre la cual trabaja Marc Brunson en Bélgica.
Los vegetales, lentamente salidos del reino mineral, han dado origen a los primeros animales acuáticos que, al salir del agua han dado origen a los ancestros de los dinosaurios, aves y mamíferos, los mamíferos mismos han tenido su origen en los reptiles. El parentesco del ser humano con el conjunto del universo, parentesco del cual la semiología homeopática es testigo sutil, está, en efecto basada en un parentesco genealógico ampliamente apoyado en el plano científico. Pero hay que comprender que este parentesco genealógico ha "dejado más que huellas" estructurales, contrariamente a lo que piensa el mundo médico actual. Lo que atestigua la homeopatía, y que explica su bio-lógica, es que este parentesco, esta proximidad genealógica se
expresa funcionalmente, a diario y plenamente, en cada uno de nosotros. Si basamos la prescripción de nuestros medicamentos en los signos y síntomas que parecen "prolongar" en el ser humano las propiedades, cualidades y relaciones presentes, según ciertas modalidades y en grados distintos, "en" los minerales, vegetales o animales, es porque nuestro organismo a "conservado", integrado y se ha humanizado a partir de, y sobre las estructuras y las funciones muy anteriores y menos elaboradas. Como ciertos genes reguladores denominados Hox, que ponen en su lugar el plan de organización de un embrión humano. Extremadamente próximos los genes juegan un papel comparable al de un animal y de un vegetal, se les encuentra por ejemplo, en el ratón, la mosca drosofila, un pequeño gusano (Caernorhabditis elegans) así como en una planta floral (Arabidopsis thaliana).
Como dijo Dominique Meyer, biólogo miembro activo de la Academia (francesa) de las ciencias, "maravilla de la unidad del mundo vivo, nosotros compartimos estos genes supervivientes de la evolución con nuestros ancestros comunes desde hace mas de un millón de años" (3). Es el momento de recordar que, en cierto modo, durante su desarrollo intrauterino, el embrión humano rehace "en aceleración" el extraordinario proceso de hominización, pasando por las fases de desarrollo en las que presenta branquias, manos y pies palmeados, viejos "recuerdos", viejas huellas, viejos "restos" de sus ancestros acuáticos. De hecho, esta noción es capital, cada uno de nuestros genes parece "heredado" de un ancestro distinto. El ser humano es pues una especie de patchwork genético. Se construye sobre elementos reptilianos, y se parece a las aves y a los peces (ya que los animales terrestres han aparecido a partir de peces salidos del agua hace millones de años). Pero ellos mismos son resultado de las algas, y éstas de moléculas inorgánicas, etc. Toda esta "genealogía" demuestra científicamente el íntimo parentesco del ser humano con el mundo mineral, vegetal y animal.
Estos datos científicos me parecen mucho mas interesantes y "extraordinarios", para dar cuenta de la posibilidad homeopática de reequilibrar un organismo humano con un medicamento mineral, vegetal o animal singular "personalizado", que el invocar una energía vital anticuada. Además, estos "validan" ampliamente el interés y la pertinencia de la relectura de la materia médica a partir de la individualización de la matriz tal como la conduce Marc Brunson, igualmente hacen mas comprensibles las aportaciones de Rajan Sankaran sobre la importancia de todo lo que el llama "non human specific" en la observación del paciente y las de Scholten sobre las relaciones entre los medicamentos homeopáticos minerales y el análisis por elementos I y por grupo químico. Todo el saber científico moderno demuestra pues, que el ser humano no es mas que uno de los elementos de la inmensa cadena de solidaridad de los mundos humano, animal y vegetal. Es porque el ser humano esta dentro de un paréntesis extraordinariamente íntimo con el conjunto de la naturaleza que la lógica de la semiología del paciente "responde" tan bien a una lógica de la matriz del medicamento. Sin este enfoque genealógico, las correspondencias entre matriz medicamentosa y cuadro patológico no pueden llevar mas que a "explicaciones" fantasiosas, prestándose a la sonrisa y suscitando la sospecha, por no decir la mofa, por parte de la comunidad medica científica.
Sin este enfoque genealógico, no se entiende, cómo no podría parecer extraño, descabellado y totalmente infundado que la toma de una dosis diluida de azufre, de anémona de los prados o de leche de gata pueda aportar un gran alivio, incluso la curación de un estado patológico severo con un estado lesional avanzado. Mientras no establezcamos que nuestra práctica, basada sobre la observación y la toma en consideración del cuerpo vivido, toma sus orígenes y sus cimientos biológicos de la genética de la evolución y los fenómenos de la integración biológica, la práctica homeopática sólo podra pasar a los ojos de la comunidad medica y científica, como "fantasiosa", o incluso como totalmente insensata. Nos remitimos a la evidencia del hecho que datos científicos muy sólidos abogan a nuestro favor, poniendo por delante lo que nosotros, médicos homeópatas, "sabemos" desde hace mucho tiempo, a saber, el formidable parentesco entre el ser humano y todo el mundo animal, vegetal y mineral. Esto nos hace salir del puro empirismo, del puro pragmatismo, a menudo suficiente en el plano de la prescripción pero muy insuficiente en el intercambio con los otros y que permite, por añadidura, adaptarse demasiado fácilmente a una visión de la homeopatía anticuada y anacrónica. Comencemos pues a rendir cuentas, por medios de los datos científicos mas especializados, del hecho que no hay nada mas lógico si todas las propiedades, todas las cualidades, relaciones y ritmos de evolución o casi, del paciente parecen ser "prolongaciones " humanizadas de propiedades de la materia mineral, del mundo vegetal y de propiedades "animales". Sepamos mostrar que, a primera vista, lo que parece una relación muy extraordinaria, es de hecho, de una gran lógica científica.
La clave, lo esencial es comprender que el muy lento proceso de evolución ha puesto en silencio, en el ser humano, ciertas funciones arcaicas y ha "perfeccionado" otras. Pero, también pueden aparecer ciertas de entre ellas propias al ser humano, no conviene nunca olvidar que esta evolución hacia lo humano es siempre efectuada a partir de funciones menos integradas y anteriormente no especificas del ser humano. Lo nuevo nunca ha borrado lo antiguo pero siempre se apoya, se "trasplanta", sobre el. Lo humano nunca ha borrado el animal, el vegetal ni el mineral ya que el mamífero no ha roto totalmente con el reptil o el pez, del mismo modo que el animal mismo, no ha roto con el vegetal, y que animal y vegetal no son, después de todo, constituidos mas que de materia mineral inorgánica. De su largo recorrido ininterrumpido de complexíficación organizacional, el organismo humano no ha "olvidado" nada. Tomemos una metáfora informática.
Me parece completamente lícito postular e imaginar que cada organismo humano pueda funcionar según las "configuraciones" o los "programas" muy distintos, heredados de nuestra evolución biológica, pero siempre extraídos de la inmensa "logiteca" sobre la que nuestra evolución se ha constituido. La genética de la evolución se vuelve pues menos asombrosa de lo que nos parecería el hecho de que los desequilibrios patológicos de los pacientes necesiten de la prescripción homeopática de minerales, de vegetales o de animales. No es mas sorprendente que la tarentula o la leche de gata correspondan a desequilibrios humanos bien localizables ya que nuestra organización de base genético-neuro-endocrino-biológica no es específicamente humana mas que marginalmente . Las propiedades atribuidas en clínica a los tres reinos de medicamentos son lógicas (incluso si necesitaran de numerosas profundizaciones, afinamientos y ciertas correcciones) y completamente "ancladas" en la genealogía de la organización biológica. La estructura y las relaciones, esto es mas bien elemental, así pues "mineral". La planta inmóvil que sufre, "impotente", las influencias exteriores, extrae de dentro de su sensibilidad las informaciones indispensables para su desarrollo y su adaptación; corresponde pues, lógicamente, tiene un vivido mas "sensible". En cuanto al animal, sus características apuntan mas hacia su "finalidad", hacia la "tarea" que tiene que cumplir para sobrevivir y perpetuar la especie.

4) EL CUERPO VIVIDO, UN NUEVO OBJETO BIOLÓGICO QUE RESULTA INELUDIBLE
El concepto de cuerpo vivido me parece esencial. Define nuestro objeto y ofrece un estatus a la homeopatía haciendo de ella la rama de la medicina moderna que lo toma en cuenta y lo cuida. Según mi modo de ver, este concepto podría convertirse en ineludible, uno de estos conceptos que modifican la percepción que uno tiene del mundo, en este caso del ser humano y de la enfermedad.
En este sentido, el concepto de cuerpo vivido también me parece potencialmente importante y novedoso como lo ha sido el del inconsciente, por ejemplo, a principios de siglo XX. Que el ser humano posee dentro de sus estructuras, elementos comunes a otras especies vegetales y animales no sorprenderá a nadie dentro del mundo científico. El aporte "revolucionario" de la homeopatía reside en la puesta al día del hecho que estos elementos estructurales son todavía completamente funcionales, que nuestra humanidad esta, de parte a parte, apoyada, recorrida y atravesada por estos funcionamientos pre-humanos. Que se expresan, no a pesar de nuestro estatus de ser humano, sino que le pertenecen completamente. Que ellos no "parasitan" nuestra humanidad sino que la apuntalan y la constituyen. Freud afirmó que el hombre había sufrido tres heridas narcisistas. Con Galileo, había perdido la ilusión de ser el centro de la creación ya que no era el sol que giraba alrededor de la tierra sino a la inversa. Con Darwin, tomó conciencia que estaba emparentado con los animales y no era un ser excepcional completamente aparte. Con el psicoanálisis, el yo se da cuenta de que no es "dueño de si mismo". La homeopatía deberá mostrarnos, mañana, que en la humanidad, se expresa a diario, de parte a parte, una dimensión vegetal y animal (y también, incluso, no he hecho mas que aflorarlo en este artículo, una dimensión mineral). Todo lo que hay de mas específicamente humano en nosotros se encuentra apoyado sobre las "huellas" y los funcionamientos mas arcaicos. Nuestra humanidad "prolonga" los dinamismos vegetales y animales. Esta "filiación" es mucho más radical que la que consideraba Darwin, ya que es una dimensión "ante-humana" actual, activa y constitutiva de nuestra humanidad.
El concepto de cuerpo vivido que he desarrollado aquí ¿será "recogido" por las otras disciplinas científicas? A mi parecer, este es un punto esencial y determinante para el futuro de la homeopatía. Conviene reflexionar, a continuación, sobre la estrategia que queremos poner en marcha. Creo, por mi parte, que sería bueno que pudiéramos inscribirnos de pleno derecho en el universo médico y científico moderno. Ante todo, porque la homeopatía lo merece. A continuación, porque esto nos permitiría participar en redibujar este universo.
Creo haber esbozado la manera por la que la homeopatía puede empezar a apoyar la lógica de su sutilidad semiológica y la del fantástico abanico de su farmacopea, bajo datos científicos sólidos y cimentados. La farmacopea e indicaciones terapéuticas pierden así mucho de su carácter "misterioso" para anclarse en un conocimiento mucho mas profundo del hombre que la concepción de la medicina llamada clásica. No porque la homeopatía esté completamente alejada del materialismo clásico, sino mas bien, porque posee una visión mucho mas sutil y profunda de este "materialismo". El funcionamiento del cuerpo humano, comprende la actividad psíquica, resultado de un fenómeno de integración y de la complejización creciente que se ha efectuado a lo largo de millones de años. El resultado es un ser humano en que los niveles emergentes de funcionamiento mas "elaborados" y los mas "civilizados" no impiden que, a veces, el individuo pueda funcionar con niveles de integración "inferiores" requiriendo la prescripción del medicamento homeopático mineral, vegetal o animal correspondiente.
Algunos dirán que si el ser humano no es mas que materia en sus constituyentes, en cambio es mucho mas que esto, de hecho completamente otra cosa. Seguro, pero una sinfonía de Mozart no es mas que la reunión y sucesión de notas, de sonidos, de longitud de ondas, de tal manera que es más que esto, en realidad completamente otra cosa. Así el ser del hombre, si trasciende bien evidentemente y ampliamente su materialidad, no se ancla menos completamente en esta materialidad. El "todo" que es mas que la suma de las partes emerge de las partes. Siempre la novedad surge de lo primitivo, de lo subyacente, de lo que la precede y la cimenta. El concepto de cuerpo vivido ofrece una inteligibilidad nueva a la homeopatía. Espero que el lector perciba todas las vías de dialogo que se abren ante nosotros si sabemos reivindicar y sacar adelante este objeto biológico nuevo. Sin embargo, insisto, para que se pueda abrir un verdadero diálogo con la antropología, la genética de la evolución, la neurobiología, la inmunología, la botánica, los especialistas en comportamiento animal, etc., todavía hace falta que nosotros seamos capaces de hacer comprender a estas disciplinas todo lo que ellas pueden ganar al emprender esto con nosotros. Y por esto, no hay otro medio que demostrarles que tenemos intereses comunes, referencias comunes, de hecho, un objeto común. Es por esto que insisto tanto en la importancia de definir nuestro objeto. No podremos intercambiar con los científicos de otras disciplinas si no poseemos uno o varios objetos compartidos con ellos. Cesemos de lamentarnos, o de complacernos de nuestra "marginalidad" y osemos reconocer que uno no puede interesar al otro y retener su atención, hacerse reconocer por él, mas que si el "objeto" del que se le habla es un "objeto" del que se podrá apoderar, por importarle en su propio dominio, que podrá cotejar y asimilar (en una primera aproximación al menos) a uno de los objetos de su disciplina personal. Papel y función que el concepto de cuerpo vivido, a mi parecer debería poder completar.
Querría terminar con una nota mas personal. Alguien a quien quiero mucho me dice de vez en cuando, durante nuestras discusiones, refiriéndose a los estudios de filosofía que he realizado después de estudiar medicina, "tu eres un filósofo". En general yo me defiendo completamente de  esto. Hoy día, después de haber escrito el libro, en el cual esta inspirado este artículo, estoy tentado de recoger, modestamente, esta afirmación a mi cuenta. En un sentido muy preciso. El del filósofo Gilles Deleuze. Para él, un filósofo es un inventor de conceptos. Su misión es la de constituir una "caja de herramientas", abierta y ofrecida a todos, en la que cada uno, colega o miembro de otra disciplina, pueda sacar para avanzar en su propio camino y llevar su propia reflexión. El cuerpo vivido, según mi parecer, es un concepto esencial. Es una herramienta de reflexión, de trabajo y de intercambio. Está, a partir de ahora, a disposición de todos, homeópatas o no. Desde este punto de vista, de este solamente, me siento un poco filósofo.

Philippe Marchat
Médico homeópata, Saint-Abit, Francia Autor de "La medicine Déchirée", editions Privat, 2001, y de "L'object de l'homeopathie": le corps vecu", editions E.P.M, 2006
Para todo comentario, contactar con el autor o pedir información: E mail: Phinnarchat@aol.com

NOTAS
(1) Especialmente con los trabajos de Antonio Damasio.
(2) Antonio Damasio, "L'erreur de Descartes", ed. Odile Jacob.
(3) Dominique Meyer, opus citado.
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Etiquetas: Ensayo, Filosofía, Miscelánea, Opinión

jueves, 14 de abril de 2016

Bovista. Pedo de Lobo.

Lycoperdon bovista, pedo de lobo.

DESCRIPCIÓN
Hongo esférico, que puede tener 15 cm. de di un poco aplanado en la parte superior, de color blanco, y lo encontramos frecuentemente en verano y en otoño en los prados. Es comestible cuando es joven.

PARTE UTILIZADA
El hongo fresco, entero y maduro.

ACCIÓN GENERAL
La acción particular de Bovista es sobre el aparato circulatorio sobre el tubo digestivo sobre la piel y las mucosas. En el aparato circulatorio corresponde a obstrucciones capilares a éstasis periféricos edematosos con depresión cardiaca.
Por otra parte se producen hemorragias especialmente de la nariz y del útero. En la esfera digestiva observamos fenómenos de irritación intestinal con diarrea..La piel está irritada y pueden aparecer alteraciones herpéticas, eczematosas. Las mucosas reaccionan con un catarro de carácter viscoso.

REGIÓN
CIRCULACIÓN (CORAZÓN, útero, riñones). PIEL. Sistema nervioso. Lado derecho. Lado izquierdo.

MODALIDADES
Empeora: Menstruación. Luna llena. Cogiendo calor. Por la mañana temprano. Al despertar. Comida fría. Tiempo caluroso. Café. Vino.
Mejoría: Inclinándose para adelante. Comiendo. Comida muy caliente.
Causas: Emanaciones de oxido de carbono (asfixia). Traumatismos (hemorragias).
Sensaciones: De aumento de volumen de diferentes partes del cuerpo; de adormecimiento y de hormigueo en los estados neuríticos.
Excreciones: catarro viscoso, fibroso.
Concomitantes: escalofríos acompañando a menudo los dolores; diarrea: con las reglas, con la urticaria.

SÍNTOMAS PRINCIPALES

- TORPEZA hablando y en los movimientos; se le caen las cosas, tartamudea, etc.
- Dificultad de comprensión y de concentración, no presta atención. Por eso, a menudo se equivoca al utilizar las palabras cuando habla o escribe. Mala memoria.
- No es afectuoso. Distraído. Irritable, toma todo a mal, se ofende con facilidad. Ríe y llora alternativamente.
Mirada vacía en el espacio. Triste si está solo. Regañón. (Phatak)
- Gran locuacidad, habla sin reservas ni control.
- Bovista está hinchado de orgullo y quiere ocupar un lugar más grande que no le corresponde, que lo que es él.
En sus sueños, el paciente se vuelve un gran personaje, es coronado, tiene poderes, afronta obstáculos, ...hasta los wateres se desbordan!. En la vida, es como un Señor, por encima de las contingencias: da dinero, no conoce el miedo ni la ansiedad. Le molesta su enfermedad pero prueba estar por encima de ella. Casi nada tiene importancia. (Masi)
- HINCHAZON GENERAL; EDEMAS; edema de las manos, de los dedos, sobre todo al despertar.
Torpeza en los movimientos (Agáricus, Apis, Natrum mur.)
Edema con eczema, urticaria, alteraciones vasomotoras de las extremidades.
Edemas periarticulares de las falanges.
La presión de los objetos duros deja impresiones muy marcadas; por ejemplo, el usar tijeras o cuchillos dejan una profunda marca en los dedos.
- Edema de las articulaciones depués de una fractura (Phatak)
- SENSACION DE HIPERTROFIA DE UNA PARTE DEL CUERPO: sensación de cabeza enorme con cefalea, de labio o de nariz prominente; de cor con palpitaciones; el corazón parece que late en el agua; de abdomen lleno de aires, con intolerancia a los vestidos prietos (Nux vómica, Lachesis); brazos grandes, manos grandes.
- Este hongo comúnmente llamado borla de polvos, ejerce su influencia en la CIRCULACION, causando relajamiento del sistema capilar, produciendo una diátesis hemorrágia (Phatak). Hemorragias sobre todo de noche y a la mañana y por el más leve esfuerzo.
- Personas frioleras, sensibles al frío; frío durante los dolores.
- Descargas difíciles, pegajosas y tenaces de la nariz y todas membranas mucosas (Kali-bi).
- DURANTE y DESPUÉS DE LA MENSTRUACION.
- Después del coito.
- Sudando.
- Dolores PRESIVOS, hacia adentro profundamente.
- Epistaxis de mañana temprano en la cama o durmiendo, al sonarse a la mañana y al estornudar. Secreción
nasal muy viscosa, adherente, filamentosa.
- DIARREA ANTES y durante LA MENSTRUACION, por la mañana a primera hora. La diarrea se puede agravar por el tiempo caluroso y los alimentos fríos.
- Desordenes de la menstruación. Menstruación prematura; más por la noche; menos si está en movimiento,
flujo entre menstruaciones.
Reglas hemorrágicas por la noche (día nada) con dolor de tironeo hacia abajo.
Ovulación hemorrágica. Hemorragias intermenstruales por la menor causa (Ambra grisea, Sabina).
Quistes ováricos funcionales de desarrollo importante y rápido.
Síndrome premenstrual: edema, coge peso
- Urticaria y diarrea
- Picor intolerable en la punta del cóccix; “debe de arrasarse hasta dejarse en carne viva y dolorido”.
- Torpeza y falta de fuerzas en las manos y dedos; se le caen las cosas de las manos, aún las más livianas. Debilidad paralítica de las manos.
- Transpiración en axila parece oler a AJO (o cebolla). (Thuya)
- Hemorragia profusa después de extracción dentaria. 5 V
- ACNÉ DEBIDO A LOS COSMETICOS.
- Hemorragias excesivas durante la menopausia.
- Cólico, disminuye doblándose en dos, y > comiendo; con frío general.
- Erupciones que pican, secas o húmedas y costrosas que aparecen o se agravan en verano o en luna llena.
Picor por el calor y por excitación nerviosa. No se > arrancándose
Urticaria crónica (si falla Rhus Tox.) peor por excitación, al despertar y por el baño; con reumatismo, palpitación y diarrea.

SÍNTOMAS
COMIDA
Aversión: Comida cocinada; tabaco.
Deseo: Bebidas frías; alcohol; pan; brandy; leche; vino.
Empeora: Comida fría; café; comida seca; licor; vino:
Mejora: Comida caliente.

NÚCLEO
- Torpeza.
- Hinchazón general; la piel se hunde a la presión.
- Antes y durante la menstruación (diarrea). Desordenes menstruales; flujo < noche, less o desaprece durante el día, por el movimiento.
- Acné después de usar cosméticos.
- Transpiración axilas parece que huele a ajo.

CARACTERÍSTICAS
TORPEZA: hablando y en los movimientos; se le caen las cosas, tartamudea, etc.
SENSACIÓN DE HIPERTROFIA DE UNA PARTE DEL CUERPO: cabeza grande, corazón enorme, brazos y manos grandes..
EDEMAS: de las manos, de los dedos sobre todo al despertar. El anillo de las tijeras deja un surco en los dedos.
CIRCULACIÓN: produce una diátesis hemorrágica.
Intolerancia a los vestidos apretados en la cintura.
Cólicos mejorados doblándose en dos y comiendo; con frío general.
Diarrea por la mañana a primera hora.
Desórdenes de la menstruación. Reglas hemorrágicas sobre todo por la noche.
Leucorrea como el blanco del huevo, con coágulos, irritante, antes y después de la reglas.
Sudor de axilas que huele a ajo.
Eczema en las extremidades, en el dorso de las manos; psoriasis palmar.
Urticaria acompañada de diarrea, seguida de excitación nerviosa; prurito del cóccix. Urticaria crónica (si falla Rhus Tox.).

SÍNDROMES DOMINANTES
- Síndrome hiposistólico: edemas, éxtasis venoso.
- Síndrome hemorrágico: nariz, útero; después de traumatismos, operaciones.
- Síndrome diarreico
- Síndrome dérmico: urticaria, picor; eczema, verrugas y callos.

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Etiquetas: Experimentación, Homeopatía, Materia Médica

DECLARACIÓN DE MADRID DE LAS SOCIEDADES CIENTÍFICAS HOMEOPÁTICAS DE ESPAÑA

ASAMBLEA NACIONAL DE HOMEOPATÍA

Ante la polémica suscitada en los medios de comunicación en las últimas semanas alrededor de la Homeopatía, con afirmaciones que pueden resultar confusas o contradictorias para la población, las diferentes Sociedades Científicas de Homeopatía en España, que se agrupan en la Asamblea Nacional de Homeopatía (ANH), hemos decidido trasladar a la sociedad un mensaje único y clarificador sobre lo que verdaderamente corresponde a nuestra práctica de la Homeopatía.

1. La homeopatía se integra en la práctica clínica habitual
El medicamento homeopático cuenta con una gran versatilidad terapéutica, siendo recomendado como tratamiento, exclusivo o complementario según el juicio del médico, en numerosas patologías. Destaca el interés de su buen perfil de seguridad (puede administrarse incluso a embarazadas, bebés y personas mayores) y la ausencia de interacciones con fármacos convencionales. Funciona poniendo en marcha reacciones de reparación y regulación en el organismo, de modo que éste sale fortalecido de su problema de salud.
Además, la integración de la homeopatía en las consultas permite la reducción de la utilización de otros medicamentos como antiinflamatorios, psicotrópicos o antibióticos, tal como demuestran por ejemplo grandes estudios realizados en Francia con la colaboración de las autoridades sanitarias. Por eso la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda su integración en los sistemas sanitarios (formación, investigación y utilización).
Así mismo, forma parte también del consejo de los farmacéuticos dentro de su ámbito de competencias, y también es utilizada en el sector veterinario (tanto para los animales de compañía como en granjas y ganaderías o en animales de competición) e incluso en la agricultura (sobre todo en los cultivos ecológicos).

2. La homeopatía es una práctica clínica basada en datos científicos

La Medicina debe apoyarse en la evidencia científica siempre que sea posible. La Homeopatía comparte este espíritu como parte que es de la Medicina, de modo que las bases sobre las que se desarrolla son compatibles con los conocimientos científicos de los que disponemos y explicables por éstos; tanto en lo que se refiere a la estructura físico-química de las altas diluciones dinamizadas (que son base de los medicamentos homeopáticos), como en los efectos biológicos y la forma en que producen estos efectos (mecanismo de acción).

Además, los estudios realizados con pacientes descartan que sus efectos sean debidos al “efecto placebo” (ensayos clínicos favorables) y ponen de manifiesto su utilidad en condiciones reales de administración y consumo (estudios de resultados en salud): en todo tipo de pacientes y asociados a veces a otras intervenciones terapéuticas.

La Homeopatía, como toda la Medicina en su conjunto, es una práctica que necesariamente incorpora un espacio para la incertidumbre (aceptemos que no lo sabemos todo) y para la experiencia personal del médico y del paciente (que introduce cierta subjetividad). De hecho, el Dr. Sackett que es el padre del movimiento “Medicina Basada en la Evidencia”, explica que la práctica debe asentarse siempre sobre tres pilares: los resultados de investigación (evidencias externas), la experiencia del médico (juicio clínico) y las expectativas de nuestros pacientes (sus valores y preferencias).

3. Libertad de elección del tratamiento más adecuado
Un paciente adecuadamente informado y tras consensuarlo con su médico o farmacéutico, tiene derecho a recibir el tipo de tratamiento que mejor se acomode a sus necesidades, intereses y valores, como reconocen tanto el movimiento de la “Medicina Basada en la Evidencia” como la Ley de Autonomía del Paciente (Ley 41/2002).

De la misma manera, corresponde al médico prescribir y al farmacéutico aconsejar, dentro de las competencias de cada uno, las opciones terapéuticas que considere más adecuadas, y entre ellas los medicamentos homeopáticos. Por eso, exigimos poder ejercer sin trabas nuestro derecho para hacer uso de esta libertad de prescripción y consejo, siempre dentro de lo que constituye un comportamiento ética y científicamente irreprochable.

Así se ha entendido en numerosos países de nuestro entorno incluyendo Francia, Alemania, Suiza o Gran Bretaña. De hecho, actualmente se usa en más de 80 países por más de 300 millones de pacientes, y alrededor de 250 mil médicos la prescriben en sus consultas.

4. Utiliza medicamentos, con las garantías que ello conlleva
Los medicamentos homeopáticos están regulados por las mismas leyes europeas y españolas que afectan al resto de medicamentos, en una sección de medicamentos especiales (junto con otros tipos de medicamentos) que reconoce sus características particulares pero que al mismo tiempo les exige cumplir las mismas garantías de calidad que al resto en cuanto a fabricación, distribución y venta, y hasta seguimiento de los problemas derivados de su utilización (fármaco-vigilancia); por eso son de venta exclusiva en farmacias.

5. Formación completa y rigurosa sobre terapéutica homeopática
Tratándose de medicamentos, es necesario que los profesionales sanitarios los conozcan mediante una formación adecuada, para poder asesorar a sus pacientes en todos los casos y que les permita utilizarlos cuando sea apropiado o necesario hacerlo.

*Referencias bibliográficas disponibles en el Decálogo sobre Homeopatía del Grupo de Trabajo de Homeopatía de SEMERGEN (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria)
**Más testimonios y videos de interés en la web “Homeopatía Sí, Gracias”
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Etiquetas: Ensayo, Homeopatía, Medicina alternativa, Miscelánea

miércoles, 6 de abril de 2016

Profesionales sanitarios defienden la eficacia y la base científica de la homeopatía

Tomado de: http://www.elglobal.net/noticias-medicamento/2016-04-06/farmacia/profesionales-sanitarios-defienden-la-eficacia-y-la-base-cientifica-de-la-homeopatia/pagina.aspx?idart=975943&fb_ref=Default&fb_source=message
  • Imagenes
sidenta de la Asociación Oncología Integrativa; Alberto Sacristán, presidente de la SEMH y coordinador del Grupo de Trabajo de Homeopatía de Semergen; Gonzalo Fernández, miembro de la Academia Médico Homeopática de Barcelona; y Mario Sánchez, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.















ÁNGELA DE RUEDA / MADRID
@ElGlobalNet
miércoles, 06 de abril de 2016 / 14:25
Como sucede en otros sectores, la homeopatía genera controversia. Se le suele criticar la falta de base científica y que solo se compone "agua y azúcar". Además, hace un mes que la Universidad de Barcelona retiró inesperadamente el Máster en Homeopatía que llevaba ofertando desde 2004. En este contexto y ante la próxima celebración del Día Mundial de la Homeopatía, el 10 de abril, diversos profesionales sanitarios —farmacéuticos incluidos—, han defendido la base científica, y la eficacia que esta medicina tiene en los pacientes.
César Varela, vocal de plantas medicinales del COF de Madrid, ha explicado al EG que se trata de una "presión organizada" en contra de la homeopatía y, aunque desconoce qué intereses la motivan, indica que son fruto del "desconocimiento".
En una rueda de prensa convocada por la Asamblea Nacional de Homeopatía —que agrupa a la Sociedad Española de Medicina Homeopática, la Federación Española de Médicos Homeópatas, la Academia Médico Homeopática de Barcelona, la Sociedad Española de Homeopatía y Veterinaria y la Asociación Española de Farmacéuticos Homeópatas— han reivindicado hoy en Madrid la posición de la homeopatía como una realidad asistencial y sanitaria con múltiples beneficios para el cuidado de la salud de los ciudadanos.
Gonzalo Fernández, médico y miembro de la Academia Médico Homeopática de Barcelona (también director del máster de la UB) ha afirmado que "la homeopatía es una herramienta experimental y nada teórica" y ha recordado que "clínicamente hemos visto que podemos ayudar a nuestros pacientes" . Ante quienes los encasillan ha recordado que "no somos alternativos, somos médicos". En este sentido, defiende el papel de la homopatía, que "no es alternativa sino complementaria, sumamos opciones", ha afirmado.
Sobre la cancelación del máster, su director ha indicado que "nunca nos trasladaron la inquietud por las evidencias científicas. Ese argumento no se sostiene ni en la forma ni en el fondo", ha indicado. Además ha recordado que gracias al apoyo del ayuntamiento de Pekín, está prevista la oferta de un master en medicina tradicional china en la UB. Un asunto sobre el que se ha preguntado si "¿Las evidencias científicas dependen de la economía?".
Para Alberto Sacristán, presidente de la Sociedad Española de Medicina Homeopática y coordinador del Grupo de Trabajo de Homeopatía de Semergen, ha indicado que en su experiencia "He podido comprobar los buenos resultados que los medicamentos homeopáticos proporcionan para patologías agudas como gripe, tos, diarrea, crisis de migraña y contusiones, pero también en patologías crónicas o de difícil tratamiento como alergia, dermatitis, asma, afecciones reumáticas o ansiedad". Así, para los pacientes, como ha apuntado, Miriam Algueró, presidenta de la Asociación Oncología Integrativa, lo ideal es integrar terapias convencionales y complementarias.
Mario Sánchez, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, homeópata y también miembro de Semergen, ha defendido que las bases sobre las que se fundamenta la homeopatía se explican con los conocimientos científicos actuales. A lo que ha añadido que, "los estudios realizados con pacientes permiten descartar que sus efectos sean debidos al "efecto placebo" y ponen de manifiesto su utilidad en condiciones reales". Sánchez ha mencionado la publicación de miles de artículos en revistas científicas y la realización de 210 ensayos clínicos controlados, entre otros datos. Y, fnalmente, ha atribuido la existencia de controversia en torno a la homeopatía al desconocimiento, a las ideas preconcebidas y la existencia de datos imprecisos.
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Etiquetas: Divulgación, Ensayo, Varios

martes, 5 de abril de 2016

DOSSIER M.E.O.: ESCEPTICOS Y PSEUDOESCEPTICOS, EL NACIMIENTO DE UNA NUEVA SECTA

Tomado de: http://ojo-critico.blogspot.com.es/2011/11/dossier-meo-escepticos-y.html?spref=tw




Publicado en El Ojo Crítico nº 69

“Sólo los fanáticos odian a las personas tanto como a las doctrinas”.  Mario Brunge


Tras años de esfuerzo, el Movimiento Escéptico Organizado (MEO) ha conseguido convencer a canales de radio y TV, e incluso a las universidades más crédulas, para que financien sus actividades de investigación. Se presentan como un grupo de científicos escépticos, que estudia las llamadas pseudociencias, para refutar sus postulados, cobrando justos honorarios por sus investigaciones sobre lo paranormal. Sus campañas de boicot y denuncia, han intentado (y con frecuencia logrado) vetar en canales de TV, Universidades y centros académicos, toda actividad que tenga relación con las anomalías, salvo las organizadas por ellos mismos. Y la inmensa mayoría de divulgadores e investigadores de dichas anomalías, prefieren evitar toda confrontación o enfrentamiento con ellos, para no ser estigmatizados. Algunos incluso les dan voz en sus medios, para evitar ser objeto de una de sus campañas… Pero ¿Qué son los pseudoescépticos?


Escepticismo: 1. m.Desconfianza o duda de la verdad o eficacia de algo. 2. m. Doctrina de ciertos filósofos antiguos y modernos, que consiste en afirmar que la verdad no existe, o que, si existe, el hombre es incapaz de conocerla.                                                                       Real Académia Española:http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=esc%C3%A9pticismo

En su obra “Historia de las religiones” Dr. Manuel Guerra Gómez (Doctor en Filología Clásica y en Teología Patrística, miembro de la Real Academia de Doctores de España, sacerdote católico, excatedrático especializado en la historia de las religiones, sectas y Nuevos Movimientos Religiosos, y autor de más de 15 obras sobre el tema), define al Movimiento Escéptico Organizado (MEO) como: “Nuevos escépticos. Los que se presentan a sí mismos como “Nuevos escépticos”, también ”Movimiento escéptico”, más que científicos, son divulgadores de lo científico. En su vertiente metafísica es la actitud del que piensa que las ciencias experimentales serán capaces de explicar todos los misterios del universo, declarando innecesario y consecuentemente inexistente a lo divino y religioso. En la metodológica, consideran el método positivo, experimental, como el único válido en cualquier esfera del saber. Admiten solamente lo que la ciencia muestra y demuestra. Supuesta la inexistencia de Dios, del alma espiritual e inmortal, etc., se ven obligados a reconocer la existencia de creyentes y de religiones. Pero se empeñan en poner fuera de circulación a las religiones, especialmente la católica. Afirman la incompatibilidad entre ciencia-religión y que las creencias religiosas son absurdas y dañinas para los individuos y sociedades. Auguran que, en fecha cercana, habrá personas creyentes, pero solo como efecto residual, y que, si subsiste alguna religión, será como en arresto domiciliario, es decir, solo en el foro de la conciencia y dentro de los templos (laicismo de origen masónico). Bergson crítica la mentalidad cientificista coetánea y posterior: “Solo hemos pedido a la ciencia que siga siendo científica, que no se disfrace de metafísica inconsciente, presentándose entonces a los ignorantes y semidoctos bajo la máscara de la ciencia. Durante medio siglo este cientificismo ha obstaculizado el camino de la metafísica“. El sentido común sabe que si dos automóviles siguen la misma línea pero en dirección opuesta terminarán por chocar si no frenan a tiempo. En cambio si tres aviones vuelan en vertical más en distinto nivel jamás chocarán a no ser que uno de ellos suba o baje de plano. Así ocurre con la ciencia, la filosofía y la teología o religión. El científico debe actuar como científico, no como ideólogo ni como profeta enmascarado de científico o idólatra de la ciencia. El Movimiento Escéptico es una red positivista, cientificista e internacional conectada por Internet. Nacida en EE.UU. en la década de los 80 se ha difundido ya por toda la Tierra; también en España e Iberoamérica (Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Méjico, Perú, Puerto Rico, Venezuela). Además hay un buen surtido de publicaciones, bitácoras (blogs) y páginas webs”.

Por su parte, la wikipedia, en su versión en castellano (en inglés la información es mucho más amplia), dedica la siguiente entrada al movimiento de los pseudoescépticos: “El términopseudo escepticismo fue popularizado en 1987 por Marcello Truzzi, profesor de sociología en la Eastern Michigan University y ex-miembro del Comité para la Investigación Escéptica, para referirse a aquellos defensores del escepticismo científico que en su opinión determinaban la validez de una idea antes de realizar investigaciones al respecto, o proferían refutaciones sin sustentar la carga de la prueba. El término es usado también cuando se analizan aplicaciones de etiquetas como pseudociencia, se discute el uso de la etiqueta por grupos no científicos que en sus críticas reemplazan el lenguaje académico por descalificaciones e incluso agresiones verbales, dando señales de conductas obsesivas principalmente enfocadas en el tema paranormal o fuera de la ciencia docta. Es sometido a escaño también la formación de algunos círculos "pseudoescépticos" que tienen como política el desprestigio y difamación por sobre la investigación científica seria, también se les discute el nulo escepticismo hacia la ciencia oficial, actitud que según muchos académicos no beneficia ni a la ciencia, ni tampoco es la correcta aplicación del pensamiento crítico.

“Historia: "Pseudoescepticismo" se compone del elemento compositivo pseudo- (falso) y el nombre escepticismo.  El término se ha usado con su sentido normal de "falso escéptico" desde hace siglos. Pero la popularidad de su uso como definición peyorativa para un supuesto exceso de celo en la defensa del escepticismo científico se popularizó en 1987 con la publicación de un artículo de Marcelo Truzzi en la revista Zetetic Scholar, fundada por él mismo; en dicho artículo daba respuesta a grupos escépticos que aplicaban la etiqueta "seudocientífico" a disciplinas que Truzzi pensaba que mejor deberían ser descritas como protociencias.

Truzzi afirmó acerca de los llamados "pseudoescépticos" que tienen más tendencia a negar que a dudar, a desprestigiar más que a investigar; usan una doble vara de medir en sus análisis críticos, emiten juicios sin una completa investigación; usan ataques ad hominem al referirse peyorativamente a los que proponen determinadas disciplinas; no presentan suficientes pruebas en sus refutaciones y, al censurar, asumen que en ningún caso les corresponde el peso de la prueba; contra-argumentan basándose en lo que parece más razonable o plausible en vez de en la evidencia empírica; e insinúan que el que una evidencia sea poco convincente es suficiente para descartarla por completo. En 1994 la entonces psicóloga y filósofa Dra. Susan Blackmore definía la postura pseudoescéptica como la de aquellos que no aceptaban ningún tipo de investigación que se saliera de sus propios sistemas de creencias científicas, condenando a priori cualquier desviación. (Blackmore mudó eventualmente hacia una postura más escéptica, abandonando sus investigaciones sobre parapsicología en 2001.)


“Controversia:  A veces algunos grupos se acusan unos a otros de ser pseudoescépticos. Acerca de las etiquetas "dogmático" y "patológico" con que la "Asociación para la investigación escéptica" define a los críticos de las investigaciones paranormales, Robert Todd Carroll, autor del Skeptic´s Dictionary, afirma que dicha asociación [...] es un grupo de pseudoescépticos investigadores y defensores de lo paranormal que no aprecian la crítica de los estudios paranormales por verdaderos escépticos y pensadores críticos. El único escepticismo que este grupo promueve es el escepticismo hacia los críticos y su crítica a los estudios paranormales. La "Society for Scientific Exploration" (SSE) (Sociedad para la Exploración Científica) ha sido criticada por el divulgador científico Michael Lemonick por ser "extrema" pero también por mostrar "una sorprendente actitud escéptica". Un miembro de la SSE, L. David Leiter, cree que el escepticismo organizado podría ser llamado "pseudoescepticismo patológico". De acuerdo con Leiter, la etiqueta "escéptico" "se aplica a alguien cuyos procesos mentales apuntan continua e inflexiblemente en la dirección de la duda". Argumenta que hay miembros de ciertas organizaciones escépticas, que [...] en vez de llegar a tener un pensamiento científico, se convierten en seguidores del cientificismo, el sistema de creencia en el cual la ciencia y solo la ciencia tiene todas las respuestas para todo. Y que muchos pseudoescépticos no están por la labor de invertir tiempo en [...] leer de manera significativa en la literatura de las disciplinas sobre las cuales son más escépticos. 

“Aproximación académica: El Laboratorio para Avances en la Conciencia y la Salud de la Universidad de Arizona, liderado por el catedrático Gary Schwartz, afirma proporcionar "un foro serio en el que llevar a cabo una investigación sistemática acerca del escepticismo patológico, las correlaciones ilusorias, y el autoengaño en la ciencia, la sociedad, y las relaciones humanas". La investigación en el laboratorio sobre "el rol del propósito consciente en la medicina energética y la curación, y la posibilidad de la supervivencia de la consciencia después de la muerte física" ha sido criticado en el Skeptical Inquirer porque no tuvo en cuenta explicaciones que no fuesen paranormales en las observaciones registradas.  El etnólogo David J. Hufford de la Universidad del Estado de Pennsylvania utiliza el término "escepticismo radical" para referirse a los prejuicios y discriminaciones que según él adoptan muchos de los científicos académicos.” 


CIENCIA, PSEUDOCIENCIA Y DOBLE RASERO PSEUDOESCÉPTICO

Imaginemos que un grupo de estudiantes de una universidad española decide, dentro del marco reglamentario establecido, solicitar una beca para realizar una investigación. El tema a investigar pertenece a una disciplina reconocida por el Ministerio de Educación y por la Unesco. Cuenta dicho campo de actuación con referencias, artículos y estudios en las revistas científicas más cualificadas, donde sus postulados e hipótesis vienen siendo sometidos a crítica desde hace décadas por expertos de diferentes instituciones académicas internacionales.

Imaginemos ahora que un periodista, totalmente ajeno a ese entorno académico y universitario, se dedica a llamar por teléfono o escribir cartas al rectorado de esa universidad, al departamento de la facultad e, incluso, a otras instancias gubernamentales, competentes en el asunto, para conseguir que dicha beca de investigación no se conceda. Además, el periodista en cuestión promueve una campaña popular con idénticas intenciones. ¿Qué pensaríamos al respecto? Sin duda, que dicho sujeto intenta, con medios inadecuados, forzar el curso natural de la Ciencia.

Pues bien, estas situaciones ocurren dentro de nuestro propio país. En 1997 un grupo de alumnos, inscritos en el registro de asociaciones de la Universidad de Granada, solicitó a dicha entidad una subvención, a la que tenían perfecto derecho, para poner en marcha un proyecto tituladoTCI. En palabras del, ahora, doctor en Psicología Oscar Iborra la idea del proyecto era precisamente fomentar el espíritu crítico, abordando temas que popularmente se adscriben a la parapsicología, como las psicofonías, y revisar todo el ‘circo’ que hay en torno a ellas”. Sin embargo,  continúa Iborra “el proyecto TCI era el inicio de un proyecto mayor que no llego a más, gracias al trabajo de Luis Alfonso  Gámez, quien mandó un email a todos los profesores de Psicología, y después a la Junta de Andalucía, insultando nuestro trabajo si saber de qué iba la cosa.  Por su parte, Javier Armentia calificó peyorativamente el proyecto TCI como la investigación depsicofonías en un cementerio.

Intentemos poner en su justa medida los elementos involucrados en este asunto. En primer lugar, conviene valorar la materia que iba a ser objeto de estudio. La parapsicología puede tener mejor o peor prensa, pero lo cierto es que aparece oficialmente reconocida por la Unesco como una disciplina susceptible de investigación en su epígrafe 6110, integrada en el campo más amplio de la Psicología:

61. Psicología:
6110. Parapsicología:
-          6110.01 Percepción extrasensorial
-          6110.02 Hipnosis
-          6110.99 Otras (especificar)

Este estatus otorgado por la Unesco no significa que las presuntas capacidades, fuerzas o energías paranormales existan. Tan solo fija una demarcación ordenada para poder realizar estudios a ese respecto. Es más, si nos fijamos en la lista, la hipnosis ya es una realidad científica incuestionable cuyo análisis y uso no genera ninguna lista negra en contra. Mientras que la percepción extrasensorial aún tiene mucho que demostrar, científicamente hablando, para ser considerada una realidad.

España acepta, desde 1983, esta nomenclatura de campos y disciplinas de conocimiento postulada por la Unesco. De hecho, ha venido siendo la clasificación oficial empleada por los diferentes Ministerios de Educación, Ciencia e Investigación a la hora de ordenar las actividades científicas y tecnológicas en las Universidades y los centros del CSIC. En la práctica, este marco normativo nacional implica que el ministerio podría, perfectamente, financiar los proyectos de investigación, tesis doctorales, instrumentos de laboratorio y grupos de trabajo que solicitaran realizar investigaciones en parapsicología. Dichas solicitudes serían evaluadas en régimen de concurrencia competitiva con el resto de proyectos presentados para otros campos y disciplinas de conocimiento. Si apenas existe investigación parapsicológica en España, no es porque el marco legal lo impida, sino porque simplemente muy pocos se proponen hacerla o apoyarla. Por supuesto, cada investigador académico español es muy libre de fijar sus prioridades y objetos de interés en aquello que considere más oportuno. Pero lo que conviene subrayar aquí, es que no se debe considerar nada descabellado que alguien proponga a la administración o en una convocatoria de financiación científica, el realizar un proyecto de estudio parapsicológico. Sería algo, absolutamente, lícito y natural.

Por añadidura, también es absolutamente lícito y natural que las instalaciones universitarias y demás centros afines pueden acoger y celebrar, sin problemas, eventos académicos –cursos, congresos, conferencias, etc.- que traten de parapsicología. De nuevo, queda a criterio de cada institución u organismo científico y educativo que tales actos se lleven a cabo o no. Pero, lo que debe estar bien claro es que con su realización no se contraviene ninguna norma. Al contrario, son disciplinas cuyo estudio ampara y estimula la Unesco y el Ministerio. De hecho, la Universidad Autónoma de Madrid contó en 1976 con un primer profesor de Parapsicología en la persona de Ramos Perera. Fruto de su labor docente fue la convocatoria de un curso en el que participaron personalidades de la talla del Dr. Rodríguez Delgado, médico de la Universidad de Yale, Mariano Vela, psicólogo catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, José Luis Pinillos, catedrático de Psicología de la Universidad Complutense o Carlos Asensio, entonces, subdirector general de Investigación Universitaria del Ministerio de Educación y Ciencia (http://www.elpais.com/articulo/ultima/parapsicologia/quiere/ser/ciencia/elpepiult/19760630elpepiult_1/Tes).
Más recientemente, el propio Oscar Iborra realizó un curso de verano el año 2007 sobre esta materia en la Universidad de Salamanca dotado con dos créditos de libre configuración. El espíritu con el que planteó Iborra este curso en sus propias palabras era el siguiente: "No se afirmará en ningún momento que existan fenómenos paranormales; los datos indican que existe algo, un proceso, pero no sabemos si ese proceso es paranormal. Eso es precisamente el objeto de estudio de la parapsicología: averiguar si un fenómeno es paranormal o no". Como en el caso del proyecto TCI, no resulta un planteamiento demasiado temerario. Más bien, todo lo contrario.

La parapsicología empírica y académica cuenta con sus correspondientes organizaciones científicas. Por ejemplo, la Parapsychological Association es una asociación mundial afiliada a la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias (AAAS). Conviene recordar que la AAAS es una organización que promueve la cooperación entre los científicos, defiende la libertad científica, fomenta la responsabilidad y la educación científica para beneficiar a toda la humanidad. En la actualidad es la sociedad científica más grande de nuestro planeta y publica la afamada revista Science.

También, la parapsicología está supeditada a los mismos mecanismos e instrumentos de divulgación de sus estudios que tiene cualquier otra disciplina del conocimiento. Revistas como Journal of Parapsychology o European Journal of Parapsychology cuentan con los oportunos revisores previos a la publicación de artículos en su interior. Por supuesto, podemos ver trabajos de parapsicología en otras revistas científicas de carácter general como Psychological Bulletin, Science, Nature, Journal of Consciousness Studies, Foundations of Physics, Statistical Science, Journal of Scientific Exploration, Biological Psychiatry, American Psychologist, Journal of Psychology, etc.  En revistas comoScience o Nature pueden recopilarse, en cada una de ellas, más de un centenar de referencias a asuntos relacionados con los fenómenos denominados parapsicológicos bien para desmentirlos y explicarlos convenientemente, bien para considerar alguna correlación significativa e inesperada dentro de los mismos. Uno de los estudios más recientes en este último sentido lo tenemos en la nada sospechosa publicaciónJournal of Personality and Social Psychology, la cual en su número 100 del presente año publicó un investigación del profesor Daryl J. Bern titulada “Feeling the Future: Experimental Evidence for Anomalous Retroactive Influences on Cognition and Affect”. Este trabajo encuentra ciertas correlaciones estadísticamente significativas en pruebas de precognición realizadas a sujetos humanos. Nadie plantea que sus resultados sean ya definitivos ni sienten cátedra. Hay que esperar las oportunas réplicas y refutaciones en su caso. Sólo lo traemos aquí para demostrar que las investigaciones de Daryl Bern han superado los requisitos metodológicos, así como los protocolos de revisión y publicación de una de las más importantes revistas especializadas en la materia. Todo hecho desde la Universidad con la misma naturalidad y exigencia que corresponde aplicar a otros campos del saber humano.
Ahora bien, si esta es la parapsicología absolutamente empírica y deseable, cultivada por hombres de Ciencia, sometidos a las reglas y planteamientos de la propia Ciencia en todas sus facetas, ¿quién es Luis Alfonso Gámez para promover campañas de descrédito contra aquellos que quieren hacer bien las cosas? 
En primer lugar, a juzgar por los hechos, Luis Alfonso Gámez, al protagonizar el caso que comentamos de 1197, actuó como un periodista desinformado. Reaccionó con precipitación y arbitrariedad ciega sin saber con exactitud en qué consistía el proyecto capitaneado por Oscar Iborra.

En segundo lugar, el currículo profesional y académico de Luis Alfonso Gámez frente al de Oscar Iborra no resiste parangón. Oscar Iborra ha conseguido ser doctor en Psicología, luego ha tenido que poner a prueba sus conocimientos científicos ante un tribunal académico. Luis Alfonso Gámez pone sus divulgaciones científicas “a prueba” en un blog, un programa de televisión y la columna de un diario autonómico. Por otro lado, Oscar Iborra ha acreditado oficialmente su condición de investigador y de generador de nuevos conocimientos a través de sus propios estudios materializados en una tesis doctoral. Mientras que a Luis Alfonso Gámez ningún organismo oficial ni académico le ha acreditado como divulgador científico. Es más, para desarrollar su labor profesional y vivir de ella, este periodista necesita tomar prestados los conocimientos y estudios de otros investigadores científicos, verdaderamente, cualificados. No se está diciendo aquí que ganarse el pan como divulgador sea fácil. En todo caso, se está diciendo que es mucho más fácil ganarse la vida aprovechándose del esfuerzo ajeno que siendo uno mismo investigador científico. El riesgo y responsabilidad que asume un científico así como la formación y requisitos académicos que se le exigen, no son comparables a los requeridos por un divulgador cuyo único “laboratorio” es la mera palabra vertida en los medios de comunicación.

En tercer lugar, Gámez forma parte de un colectivo denominado Círculo Escéptico, que, como  otras asociaciones similares españolas tales como ARP o internacionales como CSICOP no están afiliadas a ninguna sociedad científica internacional. Ni siquiera al CSIC. Por tanto, la “Ciencia” que dichas organizaciones escépticas puedan realizar o divulgar no cuenta con una acreditación oficial ni académica de ningún tipo. ¿Significa eso que no son organizaciones científicas? Al menos, su “Ciencia” no juega con las mismas reglas, obligaciones, compromisos y transparencia que la aplicable a las verdaderas instituciones científicas. Una asociación de astrónomos aficionados o de amigos de un museo de las Ciencias tendría idéntica naturaleza y características “científicas” a las destiladas por ARP o Círculo Escéptico. Por tal motivo, dentro de estas últimas habrá miembros con currículos más sobresalientes junto a otros académicamente indocumentados. No hay unos mínimos establecidos ni existe garantía de que constituyan un referente científico correcto. Se trata de grupos autogestionados que comparten ciertas aficiones e intereses, por los cuales no rinden cuentas a la comunidad académica porque, directamente, no forman parte de ella.

Buena prueba de lo dicho en el párrafo anterior es que tampoco ninguna de las revistas editadas por Círculo Escéptico o ARP están sometidas a los protocolos de revisión por pares. Así que publicaciones como “El Escéptico” o “El Escéptico digital” pueden tener un carácter valioso desde el punto de vista de la divulgación o de la mera opinión gratuita, pero ignoran voluntariamente las exigencias y servidumbres que conllevaría alojar en su interior verdaderos trabajos científicos.

Vistas así las cosas y con actitudes como la que hemos señalado al comienzo de este artículo, no cabe duda de que, en muchas ocasiones, el escepticismo mal entendido persigue impedir que la Ciencia siga su curso natural; que dé y quite razones en función de los datos aportados. La Ciencia tiene sus propios plazos, mecanismos y maquinaria para acreditar y desacreditar resultados. Lo viene haciendo con la Parapsicología desde hace décadas. No necesita que desde fuera del método científico se establezca la verdad y la mentira de las cosas. No necesita que se presione a las instituciones y las personas que las encarnan. Ejercer una coerción popular no es muy científico, razonable ni crítico que se diga. Esperar conclusiones; someternos al juego de réplicas y contrarréplicas fundadas; al debate sereno, pero firme, que ponga en juego nuestros propios prejuicios, sí que es científico, aunque este procedimiento nos pueda resultar incómodo muchas veces.
 
Mario Bunge y las pseudociencias
La parapsicología junto a otras disciplinas afines no demanda de la Ciencia y de sus instituciones nada que no merezca. Su fundamento real o irreal lo irá determinando el tiempo y la crítica experimental de los científicos. Así lo llevan haciendo muchos años a través de las mejores publicaciones especializadas. Sin embargo, algunos emplean ciertas vías para acelerar su disolución como disciplina científica. A mi juicio, la más importante de dichas vías es calificarla de “pseudociencia”. Pero ¿qué es una pseudociencia? y lo más importante, ¿qué alcance tiene?

Mario Bunge es uno de los principales teóricos de esta cuestión. Atesora un curriculum académico envidiable compuesto por un doctorado fisicomatemático en la Universidad de La Plata, un puesto como profesor en la  Universidad McGill de Montreal, un galardón Premio Príncipe de Asturias de Humanidades y más 35 libros y 450 artículos sobre física teórica, matemáticas aplicadas, teoría de sistemas, sociología matemática, epistemología, semántica, ontología, axiología, ética, política científica, etc. Además, de dicha valía prestigiosa, traerlo hasta estas páginas obedece a que Mario Bunge es miembro de Honor de ARP y uno de los promotores ideológicos de su Manifiesto Fundacional. Para este profesor, la pseudociencia tiene unas características muy claras. En sus propias palabras:

-Invoca entes inmateriales o sobrenaturales inaccesibles al examen empírico, tales como fuerza vital, alma, superego, creación divina, destino, memoria colectiva y necesidad histórica.
-Es crédula: no somete sus especulaciones a prueba alguna.
-Es dogmática: no cambia sus principios cuando fallan ni como resultado de nuevos hallazgos. No busca novedades, sino que queda atada a un cuerpo de creencias. Cuando cambia lo hace solo en detalles y como resultado de disensiones dentro de la grey.
-Rechaza la crítica, matayuyos normal en la actividad científica, alegando que está motivada por dogmatismo o por resistencia psicológica. Recurre pues al argumento ad hominem en lugar del argumento honesto.
-No encuentra ni utiliza leyes generales. Los científicos, en cambio, buscan o usan leyes generales.
-Sus principios son incompatibles con algunos de los principios más seguros de la ciencia. Por ejemplo, la telequinesis contradice el principio de conservación de la energía. Y el concepto de memoria colectiva contradice la perogrullada de que solo un cerebro individual pueden recordar.
-No interactúa con ninguna ciencia propiamente dicha. En particular, ni psicoanalistas ni parapsicólogos tienen tratos con la psicología experimental o con la neurociencia. A primera vista, la astrología es la excepción, ya que emplea datos astronómicos para confeccionar horóscopos. Pero toma sin dar nada a cambio. Las ciencias propiamente dichas forman un sistema de componentes interdependientes.
-Es fácil: no requiere un largo aprendizaje. El motivo es que no se funda sobre un cuerpo de conocimientos auténticos. Por ejemplo, quien pretenda investigar los mecanismos neurales del olvido o del placer tendrá que empezar por estudiar neurobiología y psicología, dedicando varios años a trabajos de laboratorio. En cambio, cualquiera puede recitar el dogma de que el olvido es efecto de la represión, o de que la búsqueda del placer obedece al «principio del placer». Buscar conocimiento nuevo no es lo mismo que repetir o siquiera inventar fórmulas huecas.
-Sólo le interesa lo que pueda tener uso práctico: no busca la verdad desinteresada. Ni admite ignorar algo: tiene explicaciones para todo. Pero sus procedimientos y recetas son ineficaces por no fundarse sobre conocimientos auténticos. Al igual que la magia, tiene aspiraciones técnicas infundadas.
- Se mantiene al margen de la comunidad científica. Es decir, sus cultores no publican en revistas científicas ni participan de seminarios ni de congresos abiertos a la comunidad científica. Los científicos, en cambio, someten sus ideas a la crítica de sus pares: someten sus artículos a publicaciones científicas y presentan sus resultados en seminarios, conferencias y congresos.

No cabe duda de que las características y apreciaciones realizadas por Mario Bunge son muy valiosas. Nos ponen en guardia ante determinadas maneras de hacer Ciencia que se sustentan más en entelequias vaporosas que en la ardua, pero necesaria, frialdad empírica. Ahora bien, un planteamiento de este tipo convierte en “pseudociencia” más disciplinas “científicas” y campos del saber de los que a primera vista pudiéramos considerar. El propio Mario Bunge señala: Una seudociencia es un montón de macanas (mentiras, embustes) que se vende como ciencia. Ejemplos: alquimia, astrología, caracterología, comunismo científico, creacionismo científico, grafología, ovnilogía, parapsicología y psicoanálisis. Al preguntarle en una entrevista acerca de cual era la pseudociencia más peligrosa Mario Bunge afirmó: La teoría económica estándar, porque sustenta las políticas económicas de los gobiernos conservadores y reaccionarios, que son enemigos del bienestar de la gente común.

Obligado a tener que calificar como pseudociencia todo aquello que se ajuste a los criterios formulados en su definición, Mario Bunge termina incluyendo en la lista a teorías de vanguardia como la supercuerdas o determinados postulados de la física subatómica. En otro orden de cosas, también este profesor considera que el determinismo genético de Dawkins, Pinker y Chomsky es más popular que nunca; un número creciente de físicos defiende que los ladrillos últimos del universo son los bits o unidades de información; muchos cosmólogos eminentes sostienen que el universo salió de la nada; la multimillonaria Templeton Foundation, cuya misión es unir la religión con la ciencia, acaba de concluir un acuerdo con la American Association for the Advancement of Science por el cual van a patrocinar juntos reuniones y seminarios sobre religión, ética y ciencia; hace dos décadas las universidades norteamericanas ofrecían unos pocos cursos sobre ciencia y religión, pero hoy son más de 1.000; la Food and Drug Administration, que está a cargo de la salud pública, tolera que miles de estafadores prometan por Internet curar enfermedades que la medicina aún no puede curar...


El doble rasero: pseudociencia entre los pseudoescépticos
Por lo tanto, la pseudociencia estaría mucho más extendida de lo que parece. Incluso habría penetrado en el propio Movimiento Escéptico Internacional. En una cena reciente de Mario Bunge ante los miembros más destacados de ARP, entre los cuales estaba Félix Ares de Blas como anfitrión, el profesor argentino les dirigió las siguientes palabras: Quiero proponerles una tarea que les va a arruinar la digestión. Esta tarea consiste en analizar críticamente la obra de los tres caballeros cruzados de la cruzada atea anglosajona: Gerald Dawkins, Steven Pinker y Daniel Dennet, muy promocionados por el Movimiento Escéptico norteamericano. Ellos son, según el propio Movimiento Escéptico norteamericano, eminentes científicos que están luchando contra la pseudociencia. La tesis que yo propongo es que esa es la Quinta Columna del movimiento escéptico. Que los tres son pseudocientíficos. Luego, animó a los comensales a que revisaran críticamente los postulados defendidos por dichos líderes del escepticismo estadounidense y fundamentó en extenso los motivos que le habían llevado a realizar tal llamamiento autocrítico.

(Video "clandestino" de Brunge criticando a algunos miembros del Movimiento Escéptico Organizado, grabado con teléfono móvil)


Mas críticas de Bunge a algunos pseudoescépticos en: http://www.taringa.net/posts/ciencia-educacion/9642460/Mario-Bunge_-Dawkins-no-es-un-cientifico.html
Por lo tanto, bajo la consideración fundada de uno de los principales teóricos de la pseudociencia como es Mario Bunge, inspirador ideológico de ARP; bajo los propios criterios que esgrimen los autodenominados escépticos para identificar las falsas ciencias, resulta que la organización tiene al enemigo en casa justo en la cúpula misma del movimiento. ¿Reacciones al respecto? Al menos públicas ninguna. Es más aún, adalides de Círculo Escéptico como Mauricio Schwarz confiesan en su página web, sin ningún pudor, su admiración por Richard Dawkins:http://www.mauriciojose.com. De hecho, Dawkins recibió en 2009 un título de Doctor “honoris causa” por la Universidad de Valencia y nadie presionó al rectorado para que le retiraran tal galardón. Nadie creó listas negras ni se sintió indignado ante la mala imagen que pudiera ofrecer la universidad valenciana. Tampoco, Círculo Escéptico o ARP se han movilizado contra los cursos, seminarios, conferencias, etc. celebrados en el marco universitario y dedicados a las teorías de las supercuerdas; la teoría económica estándar; el determinismo genético de Dawkins, la psicología evolutiva de Pinker o las teorías cognitivas de Dennet.

Simplemente, se entiende que la Ciencia, en todos esos casos, sigue su curso natural. Dará y quitará razones a través de los resultados obtenidos. Trasladar el debate desde los experimentos a la ideología, puede distorsionar la propia discusión y pervertir el sentido profundo de hacer Ciencia. Aún así resulta una postura comprensible desde el punto de vista de la Filosofía y la Teoría de la Ciencia. Lo que no resulta tan fácilmente justificable, es el doble rasero que se aplica para según qué pseudociencias, lo que viniendo de unas organizaciones, supuestamente escépticas, que deberían predicar con el ejemplo y ser inmaculadas en sus análisis de la realidad no deja de parecer chocante. Sobre todo, pone en evidencia el trasfondo real que anima a sus dirigentes. ¿Desean los miembros de Círculo Escéptico y ARP perseguir la pseudociencia en todas sus manifestaciones o sólo determinadas pseudociencias? ¿Qué les hace movilizarse para eliminar unas, mientras ellos mismos cobijan y fomentan otras? También en esto hay campo de investigación, aunque no sé si “paranormal”. Desde luego, algo extremadamente raro sí que parece.

Yo, en verdad, no tengo absolutamente nada claro que existan los fantasmas, la telepatía, la psicocinesis, los viajes astrales o los extraterrestres pilotando naves voladoras. Más bien mis creencias me llevan por sendas marcadamente terrenales y materialistas. Ahora bien, lo que sí tengo muy claro es que hay margen suficiente para estudiar académicamente todo el trasfondo –real o imaginario- que sustenta esos testimonios, experiencias y fenómenos. Un margen que puede revelarnos fraudes, explicaciones más convencionales o presentar derroteros nuevos para la Ciencia que, sin ser extraordinarios, aporten algunos componentes valiosos para el Saber humano. El esfuerzo puede valer la pena y, en verdad, arroja frutos aunque no sean los esperados a priori. Un buen ejemplo lo tenemos, desde hace una década, en los logros obtenidos por la llamada Psicología de las Experiencias Anómalas en el Departamento de Psicología de la Universidad de Londres.

Por el contrario, quien se dedica a abanderar la Ciencia torciendo voluntades, en lugar de hacer que las investigaciones sigan su cauce –sea este el que sea-, confía muy poco o nada en esa misma Ciencia que tanto parece vociferar. Es más, quien actúa de manera tan miope, debilita la Ciencia, porque no demuestra creer en ella. No hace Ciencia, sino ideología y partidismo interesado. Se apodera de él un mal entendido paternalismo, un afán de imponer su criterio antes de que los hechos, los datos y los experimentos dictaminen por sí mismos y pongan a cada uno en su lugar. Quien le pone muletas a la Ciencia y a los científicos, lejos de ayudarles, les está haciendo tambalearse por anticipado. Les está ayudando a caer en redes y organizaciones no académicas que no forman parte de la Ciencia aunque lo aparenten. Estos colectivos juegan la partida “científica” con naipes marcados: no demuestran ser autocríticos; no llevan la persecución de las pseudociencias hasta sus últimas consecuencias; prefieren la presión popular al debate y al contraste de ideas; no someten sus publicaciones y estudios a revisiones previas para garantizar los mínimos científicos exigibles; no rinden cuentas de su labor al mundo académico por las vías ortodoxas, etc.

Conviene siempre recordar que el escepticismo no es patrimonio exclusivo de una asociación. Es un atributo inherente al método científico. Quien pretenda secuestrarlo para convertirlo en un lobby de interés, equivoca el sendero a caminar. Intenta convertir en un Tribunal compuesto por “jueces” que nadie ha nombrado salvo ellos mismos, lo que debería ser una cualidad esencial que adorne a todo investigador por el mero hecho de serlo. 
Juan José Sanchez-Oro

Publicado por Aude Sapere en 8:16 No hay comentarios:
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Etiquetas: Ensayo, Filosofía, Miscelánea, Varios
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