lunes, 16 de marzo de 2020

El caso agudo en homeopatía, su tratamiento. Las doce reglas básicas

Atendiendo a varias peticiones para el tratamiento de agudos con Homeopatía, me he permitido hacer este corolario de doce reglas básicas, espero que sea de vuestro interés. Por supuesto que se admiten sugerencias, ya sabéis que lo del dogma conmigo no casa.


1.- Antes de todo dilucidar si es una agudización de su crónico, o efectivamente es un caso agudo.
  • Si es una agudización de su crónico: Su remedio en baja potencia.
  • Si es un agudo propiamente dicho: El remedio adecuado al caso.

2.- Siempre, tal y como Boger afirmaba: «...Es el caso el que decide el método para seleccionar el simillimum, no el médico». Es por tanto muy eficiente seguir las recomendaciones de Hahnemann: «...LIBRE DE PREJUICIOS...».

3.- Si el caso agudo es especialmente grave, debe buscarse un medicamento específico para éste momento en la vida del enfermo. Los momentos de la enfermedad en el individuo pueden ser o incluso son cambiantes… Hay que estudiar cada caso a fondo liberándose de ideas preconcebidas, y siempre desde cero.

4.- Jamás prescribir en homeopatía por el nombre de una patología… ¡Es contrario al método!

5.- El estudio repertorial siempre es pertinente y necesario. Los particulares modalizados son importantes, pero no olvide que los mentales nuevos, es decir, los que han aparecido en la dolencia actual son los realmente transcendentes. También han de buscarse los nuevos síntomas generales bien modalizados y solamente utilizar síntomas antiguos, tanto generales como particulares, si estuvieran muy exacerbados…

6.- En ocasiones ocurre que al estudiar un agudo nos encontramos con el medicamento crónico del enfermo… ¡Es más habitual en mi casuística de lo que pueda parecer!

7.- Pero siempre, siempre, siempre se debe repertorizar con fundamento y en rigor en todos y cada uno de los casos.

8.- Lo tengo muy claro: Si la actitud vital del enfermo no se modifica al poco tiempo, hemos errado en la obtención del remedio… Pero a veces ocurre que la respuesta es rapidísima, sin embargo, no se mantiene… Debe buscarse de nuevo otro remedio, el dado no era el simillimum.

9.- Si un caso agudo requiere medidas de apoyo de otra índole, no se debe dudar, hay que hacerlo.

10.- Desde mi práctica la potencia 12 LM en gotas, glóbulos, gránulos o cucharadas diluidas es maravillosa para la curación del caso agudo.

11.- Si la sintomatología mental es muy prominente, incluso en casos de dolor extremo y en los casos de gran fatiga, incluso con distres respiratorio, el remedio en plus dado a poquitos y de forma repetida actúa extraordinariamente bien. Si el caso comienza a mejorar ir reduciendo las dosis de forma progresiva y lentamente hasta llegar a tres veces al día.


12.- Siempre, y digo bien, siempre y en todo caso el remedio se puede dar por vía oral en forma de gotas, y aunque el enfermo no trague, levantar el labio y depositar la gota entre éste y la encía… Es suficiente y funciona bien. En pacientes muy sensibles es incluso útil la vía olfativa.  

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