Atendiendo a varias peticiones para el tratamiento de agudos con Homeopatía, me he permitido hacer este corolario de doce reglas básicas, espero que sea de vuestro interés. Por supuesto que se admiten sugerencias, ya sabéis que lo del dogma conmigo no casa.
1.-
Antes de todo dilucidar si es una agudización de su crónico, o
efectivamente es un caso agudo.
-
Si es una agudización de su crónico: Su remedio en baja potencia.
-
Si es un agudo propiamente dicho: El remedio adecuado al caso.
2.-
Siempre, tal y como Boger afirmaba: «...Es el caso el que
decide el método para seleccionar el simillimum, no el médico».
Es por tanto muy eficiente seguir las recomendaciones de Hahnemann:
«...LIBRE DE
PREJUICIOS...».
3.-
Si el caso agudo es especialmente grave, debe buscarse un medicamento
específico para éste momento en la vida del enfermo. Los momentos
de la enfermedad en el individuo pueden ser o incluso son cambiantes…
Hay que estudiar cada caso a fondo liberándose de ideas
preconcebidas, y siempre desde cero.
4.-
Jamás prescribir en homeopatía por el nombre de una patología…
¡Es contrario al método!
5.-
El estudio repertorial siempre es pertinente y necesario. Los
particulares modalizados son importantes, pero no olvide que los
mentales nuevos, es decir, los que han aparecido en la dolencia
actual son los realmente transcendentes. También han de buscarse los
nuevos síntomas generales bien modalizados y solamente utilizar
síntomas antiguos, tanto generales como particulares, si estuvieran
muy exacerbados…
6.-
En ocasiones ocurre que al estudiar un agudo nos encontramos con el
medicamento crónico del enfermo… ¡Es más habitual en mi
casuística de lo que pueda parecer!
7.-
Pero siempre, siempre, siempre se debe repertorizar con fundamento y
en rigor en todos y cada uno de los casos.
8.-
Lo tengo muy claro: Si la actitud vital del enfermo no se modifica al
poco tiempo, hemos errado en la obtención del remedio… Pero a
veces ocurre que la respuesta es rapidísima, sin embargo, no se
mantiene… Debe buscarse de nuevo otro remedio, el dado no era el
simillimum.
9.-
Si un caso agudo requiere medidas de apoyo de otra índole, no se
debe dudar, hay que hacerlo.
10.-
Desde mi práctica la potencia 12 LM en gotas, glóbulos, gránulos o
cucharadas diluidas es maravillosa para la curación del caso agudo.
11.-
Si la sintomatología mental es muy prominente, incluso en casos de
dolor extremo y en los casos de gran fatiga, incluso con distres
respiratorio, el remedio en plus dado a poquitos y de forma repetida
actúa extraordinariamente bien. Si el caso comienza a mejorar ir
reduciendo las dosis de forma progresiva y lentamente hasta llegar a
tres veces al día.
12.-
Siempre, y digo bien, siempre y en todo caso el remedio se puede dar
por vía oral en forma de gotas, y aunque el enfermo no trague,
levantar el labio y depositar la gota entre éste y la encía… Es
suficiente y funciona bien. En pacientes muy sensibles es incluso
útil la vía olfativa.
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