domingo, 14 de octubre de 2007

La obesidad como síntoma

Si bien es cierto que los hábitos alimentarios juegan, o al menos lo parece, un importante papel en la hipertrofia y/o hiperplasia del tejido adiposo, también es cierto que no existe una relación causa efecto directo entre cantidad y/o calidad de alimento y aumento de la masa grasa. Podemos encontrar personas que ingieren cantidades importantes de alimentos altos en calorías y mantienen un panículo adiposo moderado o incluso escaso y otras que teniendo una alimentación muy limitada tienden al aumento de este tejido.
Es curioso como a pesar de que es considerado un factor importante de riesgo cardiovascular, a pesar de que dificulta la recuperación de las alteraciones osteoarticulares, a pesar de que es considerada el gran enemigo de muchas de las patologías del hombre, no es tratada de forma activa, y salvo las relacionadas con problemas endocrinológicos demostrados por analítica no hay otra alternativa terapéutica que la modificación de los hábitos dietéticos y el aumento de actividad.
El paciente obeso que solicita tratamiento para su problema, lo hace en algunas ocasiones por cuestiones meramente estéticas, quieren perder un par de kilos para que la ropa les quede mejor. Pero la mayoría de las veces lo hace con fines terapéuticos:
- Temor a que influya en la aparición de otras patologías. Ej: Diabetes hereditaria
- Temor a que se compliquen las patologías que ya padece Ej: Alteraciones cardiovasculares
- Disminuir la intensidad de sus dolencias actuales. Ej: Dolores articulares
Cuando salen de nuestras consultas, salvo que como ya dije antes se haya detectado una alteración endocrina, no llevan mas que recetas de fibras saciantes o reductoras de la absorción y en algunos casos ansiolíticos o antidepresivos y como arma principal una hoja de consejos dietéticos.
El problema es que en la mayoría de las ocasiones las dietas propuestas no son fáciles de llevar porque:
- Suponen el esfuerzo sobrehumano de luchar contra natura evitando lo que el instinto exige, soportando continuamente la sensación de hambre o el deseo de un determinado alimento.
- Algunos obesos, lo son aunque su ingesta es ya bastante limitada antes de consultar con el médico.
- Al eliminarse determinados componentes el menú se hace monótono y desagradable
- La limitación en la calidad de los alimentos o en su preparación dificulta de alguna manera el participar del momento social de comer.
- No todos los pacientes pueden afrontar el esfuerzo económico que suponen las dietas equilibradas
- Y lo peor es que a pesar de que el paciente se someta a estos sacrificios, cuando son muchos los kilos que sobran, no se produce una pérdida de peso que compense el esfuerzo. Si bien al principio del tratamiento dietético se produce una perdida más o menos aceptable de peso, a medida que pasa el tiempo, la velocidad de la pérdida disminuye. Puesto que una proporción fija de las calorías ingeridas son utilizadas para mantener el metabolismo basal, cuanto menos se come menos se utiliza para este fin, de manera que para seguir perdiendo peso la dieta debe reducirse a límites a veces peligrosos si el paciente por las circunstancias que sean no puede consumir energía mediante la realización de ejercicio físico intenso.
Por otra parte el incremento del ejercicio físico debe ser importante para que consiga que el gasto energético aumente lo suficiente como para consumir energía almacenada. Muchos obesos no pueden responder a esta exigencia porque tienen limitada su capacidad física por el propio sobrepeso o por las patologías asociadas (gonartrosis, insuficiencia coronaria…)
Tanto la alopatía, como la homeopatía, que se apiada y lucha lo indecible por conseguir la solución de otros problemas como pueden ser por ejemplo las dermatitis atópicas o las soriasis, cuando se enfrentan a un caso de obesidad culpan al propio paciente de la existencia de su síntoma, relacionandolo simplemente con unos hábitos dietéticos inadecuados y con una actividad física insuficiente.
Creo que la obesidad debe ser estrictamente considerada como un síntoma más de la enfermedad que aqueja al paciente, una manifestación a nivel superficial del problema, un síntoma equivalente a la dermatitis atópica o a la soriasis.

Con este trabajo he querido ver la relación existente entre el medicamento homeopático y la obesidad como síntoma y para ello he tratado de encontrar la relación entre este síntoma del medicamento y otros habitualmente presentes en pacientes obesos:
- Características del apetito y de la sensación de saciedad de los que depende la cantidad de comida ingerida
- Deseos y aversiones alimentarias que van a condicionar las características de la ingesta.
- Alteraciones a nivel del tubo digestivo que pudieran requerir un aumento de la ingesta
- Agravaciones relacionadas con los alimentos. Un síntoma de enfermedad puedes ser aumento de tejido adiposo y como otros podría estar agravado por un alimento. Estaríamos en el campo de las intolerancias alimentarias.
- Alteraciones endocrinas.
- Actividad física
- Todo ello sin dejar de tomar nota sobre tipo morfológico y por supuesto síntomas mentales
Para ello he tratado de recoger información referente a la esfera de acción del medicamento, tipo morfológico, posibles alteraciones endocrinas y síntomas relacionados con ingesta, digestión, metabolismo y eliminación de alimentos.

Inicié mi estudio tomando como guía de los medicamentos a estudiar a aquellos que aparecen en el rubro obesidad de la sección de generalidades del repertorio homeopático de Kent. Esrtos medicamentos son:
Agar, ambr, am-b, am-c, am-m, ant-c, ars, asaf, aur, bar-c, bor, bry, CALC, calc-ar, calop, camph, canth, CAPS, chin, cocc, coll, con, cupr, euph, FERR, fucus, GRAPH, guaj, iod, iodthyr, ip, kali-bi, kali-br, kali-c, lac-d, lach, laur, lyc, mag-c, mang, merc, mur-ac, nat-c, nux-m, oldn, op, phos, phyt, plat, plb, puls, sabad, sabal, sars, seneg, sep, sil, spig, spong, sulph, thuj, thyr, tuss-f, verat

Después de revisar varias materias médicas buscando una causa que justificase la obesidad como síntoma debo reconocer que si bien en algunos de ellos la encontré, en otros no pude hacerlo.
En algunos casos las materias médicas definen el tipo morfológico del sujeto correspondiente a determinados medicamentos como extremadamente delgados en lugar de obesos y ni tan siquiera he podido encontrar una pista que justifique la inclusión de estos medicamentos en el rubro obesidad. Podría haber ocurrido que en algunos medicamentos el síntoma obesidad haya sustituido al de aumento total o parcial del volumen corporal por retención de líquido o de gas. Sabemos que existen cuadros clínicos en los que por déficit de proteínas, por insuficiencia cardiocirculatoria etc se producen edemas generales. También sabemos de personas que producen gran cantidad de gases durante la digestión y que pueden llegar a tener un voluminosos abdomen después de comer

Puesto que la obesidad es uno de los síntomas que por estética o por salud preocupa a nuestros pacientes y que precisamente porque es indicativo de enfermedad ya debe ser importante para nosotros, los médicos, a nosotros nos compete ofrecerle una solución, sobre todo cuando este síntoma está actuando como factor de agravación. Si en los medicamentos homeopaticos podemos encontrar esa solución no debemos despreciarla.

En breve os haré llegar información sobre los remedios que he ido estudiando

1 comentario:

Aude Sapere dijo...

Muy buena aportación. ¡Que no se pare! y que además cunda el ejemplo.
Javier