viernes, 14 de junio de 2019

Mi visión de la actualidad


  • Todos con quienes conversas tienen sus propias ideas y teorías. Cuando tienes preguntas sobre la homeopatía, estás en ella porque no es el comienzo. (Aforismo de Kent)


Hace unos días tuve una aproximación real a la vida de la calle… Me encontré a un antiguo compañero, viejo amigo de viaje en los tiempos de la facultad, ambos nos sentábamos en la misma bancada hombro con hombro, año tras año…, pasábamos las mismas penalidades y luchábamos por conseguir nuestro propósito, en aquel momento, acabar la carrera. La fortuna se alió con nosotros, acabamos la carrera, después, en el postgrado, le perdí la pista; volvió a mi vida pasados unos cuantos años cuando en cierta ocasión, dando un paseo, lo encontré frente a mi en la nueva ciudad en la que ambos habíamos decidido vivir. Retomamos la amistad, si bien, cada cual imbuido en su ámbito de actividad. El respeto siguió siendo una norma de conducta, y de hecho, yo he sido el médico de sus hijos, y él nos ha ayudado en el ámbito de su especialidad cuando en mi familia ha habido un problema subsidiario de su ámbito de trabajo. Me dijo: «Joder, Javier, ¡la de hostias que os están dando…!».
Y tu, ¿como lo ves? —le pregunté.
Me parece de todo punto injusto… ¡Si te conocieran a ti…! Tienes que hacer algo…, no se, pero me da mucha pena, de verdad, tienes que hacer algo…
Hasta el momento he permanecido en silencio, no ha sido un silencio pasivo, me explico: He escuchado todo tipo de discursos y disgresiones a tenor de lo que nos une y nos separa, a la luz de un candil cuyo aceite hace fluctuar la llama la mayor parte de las veces… Me costaba formular mi discurso desde la rabia más profunda, también desde el resquemor y el desencuentro, pero tarde o temprano uno ha de decidirse, de poner pie en tierra y enarbolar su pequeña y bisoña bandera.
En primer lugar, afirmar con rotundidad que la homeopatía tiene un gran y poderoso enemigo, poned nombre si queréis, sin ambages es conocido…
En segundo lugar, decir que el dinero trata de moverlo todo en este planeta que los humanos hemos recreado, por tanto, no podemos alarmarnos, es simplemente asumir una terrible realidad...
En tercer lugar, y esto es terrible, hemos de afirmar que al dinero le interesa que la enfermedad sea persistente, y cuanto más costoso su tratamiento, mejor.
Este es el paradigma resumido en tres postulados básicos… Ya se, no digo nada nuevo, simplemente lo recuerdo.
Por otro lado, el método terapéutico homeopático ha sido prostituido hasta la saciedad… Y eso, no lo dudéis, ha jugado en contra de la verdadera homeopatía. Estamos, o hemos estado, rodeados de complejos y no tan complejas formulaciones homeopáticas para todo tipo de dolencias al uso… Hay también intereses espurios de este lado, grupos que se nos han pegado como lapas diciendo que ellos también son homeopatía… Y no… ¡Basta ya! No se puede tolerar que los intereses de esos manipuladores se asocien a los del verdadero homeópata: ¡De ningún modo!
Dejemos claro que el método homeopático no permite la prescripción para tal o cual dolencia… No, no hay medicamentos homeopáticos para la tos, la fiebre o la gripe… Eso es una falacia y sobre todo, una grandísima mentira.
El método homeopático solo prescribe a personas, hombres, mujeres, niños o niñas enfermos y enfermas, pero en su unidad…, en su conjunto, en la individualidad.
Pongamos el ejemplo del caso clínico que ayer reproduje en este mismo medio… Les diré que nuestra Materia Médica, es decir, el vademecum al uso, lo componen más de tres mil remedios, y creciendo. La medicina convencional u alopatía no llega a unos cientos… Con ello no quiero desprestigiar a nadie, al contrario… ¡Yo también soy médico!, y por tanto conozco la medicina química, he pasado los mismos filtros que mis compañeros, también hube de tener nota para entrar en la facultad…, estudié en los mismos libros y en las mis aulas… Luego, mucho más tarde, decidí formarme como Homeópata, en aras a los resultados que comprobé con mis propios ojos en algunos pacientes… Volviendo al caso de ayer, podemos decir que en nuestra Materia Médica hay más de doscientos remedios que cubrían los síntomas de mi paciente… Sin embargo, solo uno de ellos iba a ser útil… Tuve la fortuna de encontrarlo. He de decir que no siempre ocurre, pero cuando pasa, te sientes el mejor de los mortales.





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