viernes, 28 de febrero de 2014

Estudio de Cadmium Sulfuratum

CASO CLÍNICO: Juan, un varón con cáncer de Estómago.

Este caso clínico fue teatralizado para el estudio de Cadmium sulfuratum por la AHA
Autores: Jose Eugenio López García y Francisco Javier Ramos Alija


Juan es un tipo serio, acude a la consulta junto a su mujer y su madre, si bien no permite que estas entren en la misma.
Saluda al médico con cierta distancia y sin apretar apenas la mano, cual si el otro tuviera la sarna:

Juan

¾    Buenas tardes – afirma  seco –.

Doctor

¾    Muy buenas - contesta el médico, que con el gesto le indica que se siente -.

Juan

¾    Aquí me tiene, no crea que con muchas ganas, pero la necesidad obliga…

Doctor

¾    Usted dirá…

Juan

¾    Dígame por donde quiere que empiece.

Doctor

¾    Si le parece bien comenzamos con sus datos personales, ¿Cómo se llama?

Juan

¾    Juan Berciano de Lagunas.

Doctor

¾    Dígame la fecha de nacimiento y demás datos personales…

Juan

¾    Nací el 27 de Agosto de 1960 en Astorga, tengo por tanto 50 años… No crea algo me fastidia esa cifra, pues es alrededor de ella cuando he empezado a tener los achaques. Vivo en Calamocos, no hace falta que le diga la calle, allí nos conocemos todos… Soy el pedáneo y prejubilado de la mina. Fui minero de interior, de los buenos, más de 25 años…

Doctor

¾    Conozco, conozco su aldea…

Juan

¾    Pueblo, para ser más precisos.

Doctor

¾    Sea como dice – amplía el médico la sonrisa, enfrentando la situación con displicencia -. Bueno pues cuénteme que le pasa.

Juan

¾    Iré al grano, tengo cáncer de estómago. Me trataron en León, me hicieron todas las perrerías que quisieron, pero me niego a que sigan utilizándome como a un conejo sin salvación… Me operaron hace 8 meses, me trataron de engañar, pero a mí no se me engaña con facilidad, un día cogí al cirujano en la puerta de la habitación mientras convalecía de la cirugía y lo hice cantar, pues mi mujer quería que viviera en la ignorancia…Y yo me niego. Me dijo que abrió pero había tal invasión que tuvo que cerrar de inmediato, que posiblemente, fíjese me dijo con cara de “santín” que posiblemente con la quimioterapia las cosas mejorarían y que después se podría operar de nuevo…Y yo soy el tonto del pueblo y me chupo el dedo. Estuve muy jodido más de tres meses, pero no crea, no jodido por los síntomas, que también…El problema es mi puñetero carácter y esta jodida enfermedad me lo ha soliviantado, me irrita la mínima expresión de ignorancia o de argumentos falaces, por aunque sea minero lo que más me gusta es la lectura, y créame que no doy puntada sin hilo, leo todo lo que cae en mis manos. Si le sirve fui sindicalista veinte de los veinticinco años que trabajé en la mina… No me mire con esa cara, que yo era sindicalista de los buenos… Trabajaba como el que más por mis compañeros, es verdad que fui liberado sindical casi todo el tiempo…pero no se imagina lo que puede llegar a quemar eso. Lo único que quiero estar tranquilo, ahí “quietín” en un sitio, “calentín” y que me dejen en paz. No quiero salir a la calle, parece que hasta el sol y el aire me molestan…Tengo una pena muy honda aquí dentro – señala el pecho -, mi hija no me quiere, le destrocé la vida casándola con un energúmeno y luego se fue a Alemania…

Doctor

¾    ¿Bueno hombre, pero no la casaría usted?

Juan

¾    Me cago en la leche, si yo le digo que la casé es que la casé, joder…Un haragán que me cameló, un compañero del sindicato, joven, cuatro años más que mi hija, de labia fácil… y yo el experto, me dejé engañar…hasta le presenté yo mismo a mi hija. Luego su labia hijo el resto, la hechizó y se la llevó, pues nosotros éramos de clase inferior…El cabrón se la llevó a Alemania, pues en fin, cosas de la vida…fíjese como sería que lo echaron del sindicato y emigró, no tenía donde caerse muerto, pero era orgulloso el cabrón y se llevó a mi niña – afirmó con lágrimas en los ojos -. Y la muy idiota no ve más allá, me echan la culpa de que lo echaran del trabajo primero y del sindicato después…pero esa es otra historia que no viene a cuento. Vamos a lo que íbamos.

Doctor

¾    Parece usted un hombre de carácter…

Juan

¾    Menudo médico, ¡hostia! ese es un diagnóstico cojonudo – afirmó sonriendo - . Mire usted, quede claro antes de seguir con este rito, yo vengo aquí porque mi mujer y mi madre cuentan maravillas de usted y porque a mi vecina le curó el cáncer de mama, eso lo se de buena tinta, pero sepa que yo no soy creyente, que estoy desahuciado y que no espero nada…

Doctor

¾    Entonces va a ser complicado guiarle

Juan

¾    ¡Qué quiere que le diga! También es verdad que uno se agarra a un clavo ardiendo, y como los del otro bando ya no me quieren, pues uno tiene que buscar allá donde pueden recogerlo…

Doctor

¾    Es usted un poco tétrico…

Juan

¾    Es la pura verdad, no me gustan las medias tintas. Reconozco que en cierto momento tuve ansiedad por lo de mi hija, no sé si se acompañaba de rabia o de ira hacia ese cabrón pero no me dejó descansar, ahora la pena que me mueve es que mi hija no pueda venir a verme porque ese mal nacido no la deja venir… ¿Entiende usted?

Doctor

¾    Entiendo…

Juan

¾    Ya no puedo ni tragar de la congoja que tengo y si además se añade que las letras pequeñas del periódico no las veo, pues me siento un hombre perdido, si, esa es la palabra perdido…

Doctor

¾    ¿Qué otras enfermedades ha tenido?

Juan

¾    Pues mire usted, aparte de las ojeras, lo peor de todo han sido los pólipos nasales, que no ha habido modo de curarlos, y crea usted que he visto a todos los otorrinos del contorno. La obstrucción nasal es horrorosa, pues además de todo, no te deja dormir. Hace cuatro años tuve una parálisis facial izquierda, cosa muy desagradable, pues además de sentirte mal, el entorno parece que te miraban raro…y sobretodo las preguntas de la gente…Otra cosa que me pasó después de la parálisis fueron los ardores digestivos, que yo antes no había notado nunca, a veces se acompañaban de vómitos, pero siempre después de beber aunque fuera poco agua…Hombre, más adelante realmente lo que me fastidiaba eran los dolores brutales del vientre que siempre se acompañaban de vómitos…

Doctor

¾    ¿Cómo eran los dolores?

Juan

¾    Se lo decía a mi mujer, era como si te cortaran en dos. Y   luego lo peor es cuando hacia mis necesidades las heces aparecían amarillo verdosas como si fuera gelatina, eso fue lo que me empezó a preocupar, ya me llevaron al médico y me hicieron el diagnóstico.

Doctor

¾    ¿Mejoraban las molestias de alguna manera?

Juan

¾    Ni con el omeprazol, ni con nada, yo sabía que tenía un diablo aquí metido – toca el abdomen -, ya no hacía falta que nadie me diera un diagnóstico, no tenía postura, lo mejor ahí “quietín” en un rincón y a esperar que pase lo que tenga que pasar…

Doctor

¾    ¿Algún otro síntoma?

Juan

¾    El puto sueño, dice mi mujer que duermo con los ojos abiertos y será verdad, no lo discuto, pero tampoco duermo…A veces me despierto como ahogado y tengo miedo a dormirme…

Doctor

¾    Hablando de esto,¿tiene algún otro miedo?

Juan

¾    Un hombre que miedo va a tener, no. No tengo más miedo que a no ver a mi hija antes de morirme, esa es mi pena.

Doctor

¾    ¿Tiene sudores?

Juan

¾    Y quien no, claro que sudo, cuando tengo que subir la escalera…Pero lo normal.

Doctor

¾    ¿Suda por algún sitio en especial?

Juan

¾    Por los sobacos

Doctor

¾    ¿Deja cerco?

Juan

¾    Oiga, que seré minero, pero yo me lavo…

Doctor

¾    Hombre, se lo decía porque para nosotros los síntomas peculiares y característicos son básicos a la hora de reconocer al enfermo…

Juan

¾    Pues este no es mi síntoma.

Doctor

¾    Hablemos de la alimentación…

Juan

¾    Que quiere que le diga, si no tengo hambre, estoy en los huesos. Yo antes comía de todo, ni dulce ni salao, de todo y ahora fíjese – se señala el dorso de las manos -. Solo pellejos.

Doctor

¾    ¿La comida le gusta fría, caliente…?

Juan

¾    Me gustaba toda, ahora ninguna, hasta el gusto he perdido...

Doctor

¾    ¿Sueña?

Juan

¾    Con mi hija, todos los días. Es la puta pena que me corroe…

Repertorización
1.- MENTE – ANSIEDAD
2.- MENTE – IRRITABILIDAD
3.- MENTE – IRRITABILIDAD – pena, por
4.- MENTE – PENA – silenciosa – indignación, con
5.- MENTE – TRANQUILO, quiere estar
6.- MENTE – TRASTORNOS POR – cólera, vejación
7.- NARIZ Y OLFATO – OBSTRUCCIÓN
8.- NARIZ Y OLFATO – PÓLIPOS
9.- CARA – PARÁLISIS
10.- ESTÓMAGO – DOLOR – ARDIENTE
11.- ESTÓMAGO – DOLOR – CORTANTE
12.- MATERIA FECAL – AMARILLA – verdosa
13.- GENERALIDADES – REPOSO – mej.

Resultado por Cobertura
544 Medic
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cadm-s
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merc
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