El nombre nombre del médico y homeópata alemán Wilhelm Heinrich Schüssler está asociado a las sales que llevan su nombre, doce principios salinos que diluidos en líquidos como agua o infusiones son capaces de atajar múltiples enfermedades. En resumen, algo así como el “gran botiquín” de la medicina alternativa.
Willhem Heinrich Schüssler es uno de los personajes más importantes de la homeopatía y de la medicina natural. A él se debe el descubrimiento de doce sales esenciales capaces de mitigar todo tipo de dolencias al ejercer un efecto directo o indirecto en aquellas células dañadas del cuerpo humano ejerciendo sobre ellas un efecto curativo. Cuando el doctor Schüssler desarrolló sus trabajos en la Alemania de mediados del siglo XIX ya se tenían datos fiables sobre el importante papel que los minerales jugaban en nuestro organismo realizando diversas funciones como la regulación del funcionamiento de muchos órganos o sus efectos vitales en el estado físico general. Para Schüssler, además, el origen de muchas de las enfermedades que padecemos estaba en el desequilibro de estas sales a nivel celular, por lo que un tratamiento realizado a base de ellas diluidas se presentaba como una importante alternativa frente a la medicina tradicional.
Las sospechas de Schüssler se confirmaron, sus sales se convirtieron en el punto de partida de la homeopatía moderna y de los médicos del momento y su figura pasó a ser uno de los referentes de la medicina alternativa. Schüssler llamó a sus doce sales presentes en el tejido celular “agentes funcionales” por desempeñar funciones esenciales dentro de nuestro organismo, de tal forma que si eran esenciales para provocar dolencias también lo eran para curarlas. Años después de la muerte de Schüssler sus pupilos descubrieron otras doce sales más, igualmente importantes para el metabolismo mineral de las células. Todas ellas (en total, 24) son la base de la terapia de sales básicas, conocida como terapia bioquímica con Sales de Schüssler y utilizada para el tratamiento de multitud de trastornos funcionales.
El médico interesado por los minerales
Wilhelm Heinrich Schüssler nació el 21 de agosto de e 1821 en Bad Zwischenahn en el Gran Ducado de Oldenburg, en Alemania. Allí pasó toda su infancia y una importante parte de su adolescencia, por lo cual, fue en esta ciudad también donde comenzó su formación académica. Aunque se sintió atraído por la ciencia, disciplina para la que tenía unas aptitudes avanzadas, siendo muy joven, Schüssler empezó estudiando lenguas extranjeras, unos estudios que le permitían impartir clases y así poder obtener un dinero extra.
La precaria situación económica de su familia impidió que Schüssler pudiera realizar estudios superiores así que durante años trabajó impartiendo clases particulares, pues era buen conocedor de las lenguas clásicas y modernas. Sin embargo, su pasión por el hombre y el cuerpo humano superaba cualquier estrechez así que en 1850, cuando rozaba al treintena, comenzó a formarse en las universidades de París, Berlín y Giessen, obteniendo en solo dos años el grado de Doctor en Medicina. Antes de ingresar en la Universidad de Praga, Wilhelm Heinrich Schüssler tuvo que aprobar el Bachillerato superior y, después, obtuvo por fin su ansiado título en medicina.
Doctor Wilhelm Heinrich Schüssler
A partir del año 1859 Schüssler se establece en la ciudad de Oldenburg para ejercer allí la medicina. Sin embargo, lo que parecía su sueño cumplido dejó de serlo pronto, al interesarse por otra disciplina para él más llamativa y que le interesaba más que la medicina del momento: la homeopatía. Así, Schüssler comienza a profundizar en ella y a divulgarla gracias a obras referentes como la del fisiólogo y filósofo holandés Jacobo Moleschott (uno de los padres del materialismo) y sobre todo de Rudolf Virchow, médico alemán pionero en el estudio de los procesos patológicos a través de su teoría celular en la que explicaba los efectos de las enfermedades en los órganos y tejidos del cuerpo surgidos de forma en una única célula y gracias a la cuál acuñó la expresión omnis cellula ex cellula (toda célula proviene de otra célula).
Jacobo Moleschott
Rudolf Virchow fue pionero en el estudio de los tejidos a nivel celular
Basándose en las novedosas investigaciones de Moleschott y Virchow, el doctor Schüssler realizó una serie de investigaciones que le llevaron a estudiar la composición bioquímica y mineral de las células humanas y a publicar, en 1873, la que será una de sus obras más importantes, el tratado “Una terapia homeopática abreviada”. Pese a ello, poco a poco se fue alejando de la homeopatía para acercarse al que será su gran campo de estudio e investigación: la bioquímica.
¿Qué son y en qué consiste el tratamiento con las Sales de Schüssler?
A lo largo de su periodo de investigación el doctor Schüssler siempre tuvo un gran interés en la Ley del Mínimo, la cuál establece que la pérdida de la salud se debe fundamentalmente a la falta de ciertos minerales en las células. Las insuficiencias en las células sólo podían verse en aquel momento a través de las cenizas de los cuerpos incinerados, por lo que Schüssler dedicó una parte de su estudio al análisis de cadáveres que habían sido cremados. Fue así como descubrió que en todos los seres humanos hay siempre una ausencia, carencia o deficiencia de, como mínimo, una o dos sales bioquímicas. Esta carencia de sales bases o secundarias sería el origen inicial de las enfermedades.
Tras años de investigación, Schüssler llegó a la conclusión de que si los tejidos no reciben la cantidad adecuada de cada una de las doce sales bioquímicas descubiertas por él mismo, se alteraba el movimiento molecular de las sales en los tejidos provocando su desequilibrio y el mal funcionamiento de las células y del metabolismo. Este mal funcionamiento sería, según las tesis del doctor alemán, la causa de lo que conocemos como “enfermedades”.
El sistema terapéutico ideado por el doctor Schüssler y descrito en su obra “Manual para el tratamiento bioquímico de enfermedades” (1874) consiste en preparar 12 remedios, cada uno de los cuales contiene una sal inorgánica diluida en agua en una parte infinitesimal que facilita la circulación y asimilación de las sales en las células y tejidos del organismo. El doctor Schüssler observó que suministrando las sales en forma muy diluida a sus pacientes éstos se protegían preventivamente o se aliviaban con mucha facilidad de sus alteraciones biológicas o enfermedades. Además, la cantidad tan pequeña de sales administradas al cuerpo hace que los efectos secundarios sean prácticamente nulos, siendo el cuerpo el que absorbe las sales bioquímicas de las que tiene carencia y deshecha aquellas que ya tiene.
Las sales y sus propiedades
- Calcium fluoratum, también conocida como “la sal de la elasticidad” por su efectividad en el tejido conectivo y la piel. El Calcium fluoratum incrementa la elasticidad de los ligamentos y los tendones y loa resistencia de los huesos y los dientes. Según esta terapia, se indica para el tratamiento complementario de varices y de lesiones musculares. Algunos alimentos que pueden contribuir al éxito de un tratamiento con sales de Schüssler son el queso suizo, el sésamo y la soja.
- Calcium phosphoricum, “la sal de los huesos y los dientes”. El Calcium phosphoricum favorece el crecimiento y los procesos de curación de huesos y dientes. También se usa para evitar la osteoporosis. Algunos alimentos que favorecen el funcionamiento de estas sales son el queso, el yogur, las judías verdes, el brécol o las moras.
- Ferrum phosphoricum, “la sal de los primeros auxilios”. Usada para todo tipo de infecciones, tratamientos febriles, heridas, cortes y rasguños y para quemaduras solares. Pueden contribuir al tratamiento con sales de Schüssler la levadura, los mejillones, los pistachos o las espinacas.
- Kalium chloratum, “la sal de las membranas mucosas”. El Kalium chloratum es beneficioso en caso de inflamación de las membranas mucosas, es decir, para casos de de rinitis, bronquitis, gastritis, colitis y cistitis. Algunos alimentos que pueden contribuir a su mayor efectividad son los tomates, el coco, la avena o los plátanos.
- Kalium phosphoricum, “la sal de la mente”. También llamada “sal del sistema nervioso”, elKalium phosphoricum ayuda a encontrar el equilibrio mental y estabiliza el sistema nervioso. Ayuda en el tratamiento del cansancio mental, emocional y físico, y en estados de debilidad general. Las alcachofas, las alubias, los anacardos o los ajos son los alimentos que favorecen la regeneración de esta sal.
- Kalium Sulfuricum, “la sal del la inflamación”. Para dolores de cabeza y resfriados. Ayuda a mitigar inflamaciones crónicas y también se usa en caso de trastornos dermatológicos continuos. Muy útil para inflamaciones en la garganta o la nariz si se toma junto con manzana, berros, salmón, pistachos y trigo.
Magnesio
- Magnesium Phosphoricum, “la sal de los calambres”. Usada especialmente en casos de calambres y dolor, el Magnesium phosphoricum contribuye al tratamiento de los dolores musculares, por ejemplo, dolores menstruales, de las tensiones habituales de la zona cervical o de los hombros. Se recomienda para la efectividad de la sal consumir alimentos como arroz integral, piñones, ajo o cebolla.
- Natrium Chloratum, “la sal de los fluidos”. El Natrium chloratum regula el equilibrio de los fluidos corporales y sirve como paliativo frente a dolencias gastrointestinales como diarrea o vómitos. Se recomienda su consumo junto con apio, hinojo, aceitunas verdes o nabo.
- Natrium Phosphoricum, “la sal base”. El fosfato sódico regula el equilibro entre ácidos y bases y ayuda en el tratamiento de la acidez. Favorece el metabolismo en general y ayuda frente a dolencias digestivas como dispepsia, flatulencia o trastornos de digestión.
- Natrium Sulfuricum, “la sal detoxificante”. También de la desintoxicación, Natrium sulfuricumfavorece los procesos de limpieza del cuerpo humano, favoreciendo la eliminación de fluidos y estimulando el funcionamiento del hígado. Los alimentos recomendados por Schüssler para un mejor rendimiento de esta sal son el hinojo, el pez espada, el coco, el centeno y as espinacas.
Silicea
- Silicea, “la sal del pelo y las uñas”. Se conocen las facilidades de la Silicea para la regeneación y buena salud del tejido conectivo, la piel, los cartílagos, los huesos, la piel y las uñas. supuración, fortalece tendones, cartílagos, huesos, cabello, piel, uñas. La Silicea es muy útil frente a la caída del cabello o las uñas quebradizas. elasticidad. Alimentos que pueden contribuir al éxito de un tratamiento con sales de Schüssler son la cebada, la avena, las patatas, el maíz, el centeno, p la remolacha.
- Calcium Sulfuricum, “la sal depurativa”. Altamente drenante, se usa en los procesos depurativos y ante enfermedades de la piel como el acné o las erupciones dérmicas. El Calcium sulfuricum tiene un efecto antiinflamatorio y favorece el crecimiento de las células y es útil en casos de abscesos, granos, pústulas y procesos purulentos.
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