La resistencia de las bacterias a los antibióticos es un problema para la salud a nivel global. Por eso, hay que buscar soluciones prácticas y reales. Según algunos expertos la miel de manuka, conocida por su poder antiséptico, es capaz de combatir las superbacterias resistentes a los antibióticos.
Tradicionalmente, la miel es uno de los elementos de la naturaleza usados con más frecuencia por sus propiedades médicas y curativas. Desde hace siglos está considerada como el antibiótico más dulce y natural porque ayuda a mantener alejadas las infecciones, sobre todo las cutáneas, gracias a sus propiedades antisépticas y cicatritzantes que previenen infecciones y aceleran la regeneración de la piel dañada. Con limón, aseguran los mayores, es la mejor opción para alejar molestias en la garganta y con infusiones de romero y tilo son uno de los remedios naturales más eficaces para aliviar el ardor de estómago y los dolores de úlcera.
¿Qué tiene la miel que la convierte en un gran medicamento natural? Por supuesto la clave está en su composición, contiene azúcares energéticos, vitaminas, minerales, enzimas activas, aminoácidos, ácidos orgánicos, sustancias antibiòticas (como la inhibina y el ácido fòrmico), polen, acetilcolina y agua. Pero además, los científicos han conseguido aislar un componente más de la miel, una proteína bautizada como defensina-1 y que, además de ser el principal ingrediente de la miel, ayuda a tratar las infecciones y quemaduras de la piel y podría ser la base para conseguir medicamentos capaces de combatir las bacterias resistentes a los antibióticos.
¿Qué son las superbacterias?
Utilizar los medicamentos únicamente en los casos necesarios y en las dosis correctas no es sólo una recomendación de los médicos. Es una premisa que, si no cumplimos, puede acabar afectando gravemente a nuestra salud. El uso innecesario de antibióticos hace que las bacterias desarrollen una mayor resistencia a estos fármacos y creen un nuevo tipo de organismos que se conoce como superbacterias.
La resistencia de las bacterias es un problema a nivel global y uno de los principales retos médicos del siglo XXI. La comunidad médica tiene también responsabilidades en esta situación puesto que en muchas ocasiones un cultivo básico serviría para determinar si nuestra afección está causada por un virus o por una bacteria y así poder recetar la medicina más adecuada.
Al contrario de lo que algunos piensan, la mayoría de las enfermedades cotidianas que sufrimos son de origen vírico, y por lo tanto, los antibióticos no sirven para curarlas. El abuso de antibióticos provoca que cada vez haya que crear compuestos químicos diferentes, más potentes, más agresivos y, finalmente, más nocivos para el cuerpo humano. Por otro lado, las bacterias una vez mutadas son en gran parte desconocidas.
LA AMENAZA DE LAS SUPERBACTERIAS:
Es cierto que algunas de estas superbacterias son resistentes por naturaleza a algunos antibióticos pero la gran mayoría se han hecho resistentes por mutaciones genéticas espontáneas o para intercambiar genes con otros organismos. Las superbacterias más conocidos son la Bacteria CRE (una familia de gérmenes llamada enterobacteriacea resistente al Carbapenem y que incluye la bacteria E. Coli), Clostridium difficile (que causa estragos en el intestino) y Neisseria gonorrhoeae. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) son los organismos internacionales que trabajan para clasificar las bacterias resistentes en los antibióticos.
Según un estudio publicado por la revista especializada JAMA of Internal Medicine a finales de 2013, esta sobredosis de antibióticos se da tanto en adultos como en niños, tal como alertaba otro trabajo publicado por la revista de pediatría The Pediatric Infectious Disease Journal. Según esta investigación, más de la mitad de los niños tratados con antibióticos en procesos respiratorios no necesitaban ese tipo de tratamientos.
Por otro lado, el estudio de JAMA, realizado por Jeffrey Linder, médico e investigador del Departamento de Medicina General y Atención Primaria del Brigham and Women's Hospital, asegura que entre 1996 y 2010 se realizaron 39 millones de visitas por bronquitis y 92 millones de consultas médicas por dolor de garganta tanto en centros de salud como en urgencias. De todas ellas, sólo un 10% procedían de una infección por estreptococo, el único caso por el cual este problema requeriría administración de antibióticos. A pesar de esto, en más del 60% de los casos se recetaron antibióticos.
El secreto de la miel de manuka
Aunque los expertos trabajan en nuevos productos y fármacos para combatir a las superbacterias, es verdad que algunos de ellos contemplan la posibilidad de volver a la medicina más natural y tradicional para combatir esta metarresistencia. Desde que en 2011 un estudio reveló que la miel de Manuka, hecha por abejas que se alimentan de este arbusto procedente de Nueva Zelanda, es capaz de descomponer las defensas que utilizan las bacterias contra los antibióticos, es decir, las superbacterias.
Tradicionalmente, la miel es uno de los elementos de la naturaleza usados con más frecuencia por sus propiedades médicas y curativas. Desde hace siglos está considerada como el antibiótico más dulce y natural porque ayuda a mantener alejadas las infecciones, sobre todo las cutáneas, gracias a sus propiedades antisépticas y cicatrizantes que previenen infecciones y aceleran la regeneración de la piel dañada. Con limón, aseguran los mayores, es la mejor opción para alejar molestias en la garganta y con infusiones de romero y tilo son uno de los remedios naturales más eficaces para aliviar el ardor de estómago y los dolores de úlcera.
El estudio, realizado por el Departamento de Microbiología Médica en el Centro Médico Académico de Amsterdam y presentado ante la Society for General Microbiology, descubrió que esta miel interactuaba activamente contra tres tipos de bacterias que normalmente infectan las heridas:Pseudomona aeruginosa, el estreptococo Grupo A y el estafilococo dorado (Staphylococcus aureus), considerada como una de las superbacterias más fuertes por su resistencia a la meticilina, un antibiótico del grupo de las penicilinas. Los datos extraídos del laboratorio confirmaron que la miel, a través de la defensina-1, es capaz de impedir la unión de las pseudomonas y estreptococos al tejido humano, que es el paso esencial para el inicio de infecciones agudas. Además, esta proteína también bloquea la formación de biopelículas, unas capas finas que protegen al microbio de los antibióticos y que le permiten causar infecciones persistentes.
Staphylococcus aureus
Pseudomona aeruginosa
La miel de manuka es una miel monofloral hecho por abejas que se alimentan del arbusto del mismo nombre, un árbol de hoja perenne nativo del oeste australiano. De sabor más fuerte y color más oscuro que otras mieles, la de manuka también es muy conocida como antibacteriana y antifúngica. Debido a su elevado poder antibacteriano, que puede llegar a ser peligroso para algunas personas, en 1995 se registró la marca UMF (acrónimo de Unique Manuka Factor) utilizada a nivel internacional para medir la concentración del factor antibacterià de la miel no basado en el peróxido de hidrógeno (también conocido como inhibina), que diferencia a esta miel otros. La miel de manuka con grado de 10+ a 18+ de UMF es la más empleada para usos médicos y hasta hoy se ha demostrado su eficiencia para el tratamiento de infecciones causadas por las bacterias Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes.
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